Este fin de semana se estrena la comedia de Mario Príncipe “La Última Jugada”, se puede ver viernes y sábado. Cuenta con la actuación de Renato Russo, Nicolás Techera y Huben Martínez.
“Dos amigos, una traición”, así comienza la presentación de la nueva obra que se presenta en el teatro de Los Positivos en Sarandí y Rivera. Se trata de un “inusual encuentro en el cementerio con un joven extraño, quien estará dispuesto a ahondar en los más profundos vericuetos de aquella amistad, quien los interpelará desde la incomodidad de ser necesario. Una comedia reflexiva, donde el absurdo y la grandilocuencia de los personajes son el rico anecdotario rumbo hacia “La Última Jugada””.
La obra es protagonizada por Renato Russo, Nicolás Techera y Huben Martínez. La comedia fue escrita por Mario Príncipe y está dirigida por Víctor Martínez bajo la tutoría de Matías Vespa.
Russo explicó a El Rionegrense que “es una adaptación sobre una obra de Mario Príncipe que en principio se concibe como una comedia. Le buscamos otra mirada, mantener la comedia pero desde la reflexión. Cosas que si bien son muy jocosas te dejan que pensar, le da al espectador, al público, un elemento para pensarlo o para llevárselo a la casa al post obra y reflexionar en función de eso”.
“Es una historia de tres personajes, dos amigos de toda la vida, dos viejos que solían ir a la puerta de un cementerio los lunes y aparece un tercer personaje que aparece en discordia y como motor disparador de todo lo que empieza a interpelarle a estos dos. Es una suerte de hilo conductor”, contó. Russo agregó que “en ese sentido queda muy expuesta la amistad. El motor de esto es la amistad y la enemistad. Porque hay una traición de por medio hay cuestiones de miseria humanas que se dejen entrever, el ego, la ira, pasa por un montón de situaciones que entiendo el expectador va a ser partícipe de eso, y enseguida puede adoptar una postura por uno o por el otro personaje”. El actor indicó que en la obra el espectador se va a encontrar con “muchas cosas del absurdo”. “Básicamente el espectador se va a encontrar con una obra que la va a pasar bien y se va a reír”, afirmó.
Esta obra se enmarca en un Programa de la Asociación de Teatros del Interior, donde Los Positivos son socios, “eso le da el derecho de poder concurrir a una bienal o, que fue la modalidad que eligieron, concurrir a un taller con una tutoría, que es Matías Vespa que oficia de tutor a Víctor Hugo Martínez que es el director”.
Por su parte el autor de la obra, Mario Príncipe, habló sobre la inspiración y los desafíos de escribir. “La inspiración en mi caso surge de diferente maneras, generalmente que a partir de un pensamiento, de una idea, de algo que veo, yo le llamo un chispazo, es como la génesis, el comienzo de algo después se va transformando, pero ese primer chispazo es el que a mí me genera escribirlo, lo que sentí en ese momento y desarrollarlo. Si bien es una cosa muy chiquita el chispazo es necesario después desarrollarlo y darle después diferentes vueltas y circunstancias que vayan desarrollando la historia, la obra”, indicó. “En principio es eso, es un chispazo, siento un entusiasmo, el deseo de escribirlo y después lleva un desarrollo que no es una cosa que se haga rápidamente, sino que lleva una investigación, porque muchas veces se tocan temas que después tengo que investigar. Entonces comienza así y después comienza el proceso de trabajo, esa idea bajarla y darle el formato que uno quiere. También buscar los personajes, es todo un proceso”, agregó. Príncipe dijo que “a mí me gusta, me gustó siempre, siempre tuve la inquietud y la necesidad de escribir y así lo fui haciendo. Lo hago porque me gusta, no lo veo como una obligación, sino como una necesidad que de a ratos me satisface y eso que a veces me imagino quiero llevarlo a un texto que a veces se transforma en algo concreto y a veces queda por el camino”.
Sobre los desafíos manifestó que “los desafíos para escribir teatro son variados, algo que a mí me ayuda es que si bien yo escribo desde antes de haber hecho teatro, pero eso me ayuda a ver las obras desde otro punto de vista, te ayuda para facilitar el armado de la obra. Cada autor arma la obra con su propia perspectiva y su visión como director, porque más allá de que es el dramaturgo, también hay algo de director” y agregó “el tener esas experiencias me facilita mucho escribir porque me permite ubicarla desde otra óptica a la obra, el desarrollo pasa por otro lado, entonces me simplifica mucho. Los desafíos son casi siempre es cuando uno tiene esa chispa, pero a veces no alcanza y no toma cuerpo, el desafío es no quedarse con la hoja en blanco, el terror de cualquier escritor, o que no tenga sustancia, yo a veces veo que logro que el trabajo tenga sustancia o no”.
Además se refirió a la inspiración, en ese sentido dijo que “a mí me inspira mucho hablar sobre la justicia, como temas generales, me interesa hablar sobre la amistad, de las relaciones, del compañerismo, a veces sobre política”. “Algo que aprendí en dramaturgia es que hay que tratar de no panfletear, de tratar de mantener sus ideales o códigos, pero tratar de que sea general como para que la persona que está del otro lado y después aprecia el trabajo en una obra pueda decidir sobre lo que vio y armar su propia expresión del trabajo”, explicó.