En un tenso enfrentamiento durante las semifinales de la Copa América, Colombia superó a Uruguay con un marcador de 1-0, asegurando su pase a la final del torneo. El partido, disputado en Estados Unidos, estuvo marcado por un juego agresivo y lleno de choques, que culminó en un enfrentamiento físico tanto en la cancha como en las gradas.
La tensión comenzó a aumentar al final del partido cuando los jugadores uruguayos reclamaron a sus rivales colombianos por presunto juego sucio y pérdida de tiempo. Luis Suárez y Yerry Mina, ex compañeros en Barcelona, protagonizaron un altercado que se intensificó rápidamente. La situación escaló cuando Darwin Núñez y Ronald Araújo, jugadores uruguayos, se unieron a la trifulca en las gradas, intercambiando golpes con hinchas colombianos.
Los videos de los incidentes se difundieron rápidamente en las redes sociales, mostrando a Núñez reaccionando después de ser agredido por un aficionado colombiano. Las tensiones continuaron hasta que la policía intervino, aunque la calma tardó en restablecerse. José María Giménez explicó que algunos jugadores uruguayos se vieron obligados a intervenir para proteger a sus familias, que se encontraban en la tribuna y se sintieron amenazadas por la avalancha de hinchas colombianos.
Ante estos sucesos, se espera que la Conmebol tome medidas disciplinarias. El organismo emitió un comunicado condenando enérgicamente los actos de violencia, reiterando que no hay lugar para la intolerancia y la violencia en el fútbol. La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) también se pronunciarán al respecto.
En términos deportivos, Colombia se prepara para disputar su segunda final de Copa América, la primera desde 2001. Enfrentará a Argentina, el vigente campeón, en el Hard Rock Stadium de Miami el próximo domingo. La Conmebol hace un llamado a los aficionados a mantener la pasión y el entusiasmo en el aliento a sus selecciones, promoviendo una celebración deportiva pacífica y memorable.