El arquitecto y artista fraybentino se prepara para festejar sus 50 años preparando exposiciones en varias ciudades del exterior y espera pasar con sus obras por Fray Bentos.
Osvaldo Ferreyra es un arquitecto y artista fraybentino, pese a no estar viviendo en la ciudad, su vínculo es muy estrecho. El artista habló con El Rionegrense sobre varios temas.
En 2023 cumple 50 años como artista por lo que espera festejarlo a lo grande. Prepara exposiciones en Montevideo, Chile, Argentina y espera comenzar con su gira artística por Fray Bentos. “Si miro para atrás en estos 50 años he transitado por muchísimas búsquedas y reconozco influencias de todo tipo”, explicó.
Su padre, Solari y Alamón fueron parte de los maestros que, a lo largo de su vida le fueron enseñando. “Mi vínculo con el arte esta desde que nací, porque mi padre, además de ser trabajador del Anglo, era dibujante, diseñador, tenía además vinculo de amistad con artistas plásticos como Luis Alberto Solari por ejemplo, a quien conocí de niño. Entonces en mi casa había todo para pintar, había todo para dibujar y veía mi viejo que hacía película con dibujos en cuadernos. Además mi tía Aída Ferreira era profesora de dibujo y de pintura, egresada de Bellas Artes y profesora del liceo. Tenía un taller en la casa, donde yo también iba”, relató.
Ferreyra contó “en la adolescencia, había ganado algunos concursos de dibujo y pintura lo que me vinculó al taller de Gustavo Alamón, un pintor que se radicaba en Fray Bentos en esa época cuando yo tendría 12 o 13 años y con él aprendí algunas técnicas que no había experimentado antes”.
El artista, además, contó lo importante que es la autoformación y la exploración. “Yo estudie arte toda mi vida, desde adolescente, venía una exposición a Montevideo y me traían a verla. Y después, yo siempre estudié y estudio hasta hoy”, afirmó.
“Después la facultad de arquitectura me da otra mirada, otra visión, la vida académica vinculada al arte. Soy docente de grupos de viaje de arquitectura, y en eso me permite conocer muchos países del mundo, mucho museo, los grandes museos del mundo. También trabajé como dibujante muchos años. Cuando era estudiante de arquitectura, trabajaba como dibujante en revistas, como el caso de El Dedo o Guambia, o ABC, que fue una publicación que se sacó en el 80”, contó.
Ahora, en otra etapa de su vida, está dedicado por completo al arte. “Lo que siempre me faltó, fue tener todo el tiempo para eso, porque la arquitectura, la vida académica y docente me llevó gran parte de mi tiempo, hasta que pude dedicarme solo a esto, que es lo que quería y es lo que estoy haciendo en el último tiempo”, manifestó.
Como todo artista, la inspiración es muy importante. En ese sentido indicó “la inspiración es algo que existe, Picasso siempre decía: La inspiración existe, pero te tiene que encontrar trabajando. Y eso es muy sabio, hay dos cosas que sirven para todo, pero en el arte es fundamental, una es la capacitación, aprender, analizar el arte, aprender técnicas. Como en cualquier otra disciplina de la vida, y lo otro es trabajar de eso. Vos podes capacitarte muchísimo pero si no trabajas, evidentemente no te vas a enfrentar a los problemas, y no vas a poder aprender de los errores. Entonces, hay que capacitarse y hay que laburar mucho. Esas son las claves para esto y para cualquier otra cosa”.
Otra de las dificultades, que muchas veces se presentan a los artistas, es tener un lienzo en blanco y no saber cómo comenzar a trabajar. “Tanto en el dibujo, como en la pintura, como en la arquitectura, es todo un tema tener la hoja en blanco y no saber por dónde empezar, te puede generar una angustia bastante grande”, manifestó.
Ferreyra también habló sobre su vínculo con Fray Bentos. “Intento ir una vez al mes a Fray Bentos. Mi cabeza pasa todos los días por Fray Bentos, es mi memoria y mi ADN. Vengo de dos familias que desde el siglo XIX están ahí. Y es mi memoria viva, mis amigos de toda la vida, además tengo familia, mis sentimientos. Es mi lugar en el mundo. Si tengo que pensar en un lugar, es ahí. Está en mi memoria y está en mi horizonte, porque nunca descarto volver”, contó. Además agregó “si uno no cultiva y mantiene sus raíces agarradas de su tierra, es muy difícil crecer como árbol y ser un buen árbol, que al primer viento no lo vuele. Fray Bentos es un lugar hermoso físicamente, pero además es un lugar repleto de sentimientos que forman parte de mi vida indisociablemente”.