POR JAVIER DE LEÓN.
Dicen que 2022 será un año movido en materia de Derechos de Televisión del Fútbol uruguayo.
Dicen que Tenfield S.A. prepara una oferta, que llegaría a través de sus clubes más afines, para estirar el plazo del contrato actual que tiene firmado con la Asociación Uruguaya de Fútbol, y que vence el 31 diciembre del 2025.
Dicen que dicen….
Digamos entonces, datos, números concretos, para saber dónde estamos parados.
Fue escrito, pero vale reiterarlo. El primer contrato de Tenfield S.A. con la AUF fue firmado en el 1998, y tuvo vigencia por 10 años, entre el 1 de julio de 1999 y el 30 de junio de 2009.
Luego, sucesivas prórrogas, siempre con el zanahoria colocada a 10 años (o sea teniendo los sucesivos vencimientos 10 años por delante) , fueron llevando primero hasta el 2014, luego hasta el 2016, a posteriori hasta el 2021, y finalmente el último contrato, firmado en enero 2016, lo extendió hasta fines del 2025.
En cada extensión hubo una mejora del precio, pero como siempre se negoció bajo la presión de necesidades financieras urgentes para los clubes, y con muchos años por delante para la finalización del contrato, nunca se logró una negociación pareja, con ambas partes en igualdad de condiciones.
Y entonces, el precio fijado fue inferior al que pudo haber sido. El modus operandi no varío en estos últimos 25 años.
Numeros y más numeros
Hoy, Tenfield abona a la AUF, tres cuotas cuatrimestrales de $ 131.679.670 , y seis cuotas bimestrales de $ 15.542.953.
No le voy a complicar los números.
El PAGO ANUAL REPRESENTA algo menos de 12 MILLONES DE DOLARES.
Ese es el dinero que Tenfield S.A,, por contrato, abona a la Asociación Uruguaya de
Fútbol.
Pero hay otro número, que se puede construir en base a las informaciones obtenidas y la verificación de la realidad.
Tenfield S.A recibe aproximadamente 32 millones por año, por el negocio del fútbol uruguayo.
En materia de ingresos, deben computarse los pagos que los cableoperadores de todo el país le realizan, en función de la cantidad de abonados que tienen.
También, los ingresos a partir del streaming, con Antel y con Star Plus, los derechos que se venden al mercado asiático para ser utilizados fundamentalmente en los juegos de apuestas, y obviamente, también, los ingresos por la publicidad vendida. A ese monto, deben descontarse costos. Costos de producción, costos de administración, costos de comercialización. Y también, los impuestos que deben abonarse.
La estimación de la cifra neta, entre ingresos y costos, da el resultado antedicho de 32 MILLONES DE DOLARES NETOS POR AÑO.
Ahora, dicen que viene una nueva oferta, para extender desde el 2026 en adelante. Pero nada será tan sencillo.
Primero, porque quién está en condiciones de definir un precio justo para el 2026, en un mercado como el de las comunicaciones y el divertimento, siempre cambiante, y siempre al alza en los precios??
Pero no sólo allí está el obstáculo de negociar como en tiempos pasados.
Porque han existido varios cambios estructurales en el fútbol uruguayo.
Por un lado, los futbolistas de la selección y los locales, han adquirido una fuerza real y legal desde el 2016 en adelante, que antes no estaba en el escenario. Los últimos resultados en la votación de la Mutual dejaron en evidencia que Paco Casal, que nació y creció al influjo de su defensa del jugador de fútbol, ahora han sido justamente estos los que se le han puesto enfrente, desafiando su poder.
El segundo elemento es la irrupción de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), creadas por ley en el 2001, pero de explosivo aumento en los últimos cinco años.
En Primera División, 7 de los 16 clubes son SAD. En la “B”, son 7 de 12 instituciones.
En resumen, entre los clubes profesionales, 14 de 28 son SAD. EXACTAMENTE LA MITAD.
Y entre los que vienen empujando, desde la “C”, 13 clubes de un total de 23, son SAD.
Las Sociedades Anónimas Deportivas tienen otra cabeza, con menos urgencias financieras, y con el objetivo de lograr un razonable negocio económico. Porque la historia de estos últimos 25 años han sido un círculo vicioso: urgencia financiera, firma de contrato con mal negocio económico, y como consecuencia, otra vez urgencia financiera.
Como último aspecto, están los plazos. A tres años y medio del final del contrato por Derechos de TV, el final nunca estuvo tan cerca. Y la proximidad del epílogo, da más fuerza de negociación a la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Es hora de ser inteligentes. Sin atacar a nadie, sin destruir a nadie, sin descartar a nadie, pero negociando, en el momento apropiado, con arte, para lograr el mejor negocio, de una vez por todas.