El Bioparque M’BOPICUÁ cumple 20 años, desde su fundación nace de la unión de dos grandes compañías del sector forestal, Arauco y Stora Enso, haciendo posible este emprendimiento que lleva la impronta de sus orígenes finlandeses, sueco y chilenos, aplicando los estándares más exigentes a nivel mundial. A partir del 2009 Montes del Plata es quien ha continuado y mantenido el desarrollo de una reserva que trabaja para recuperar y reintroducir especies autóctonas del Uruguay en áreas protegidas por la empresa
El Rionegrense conversó con Carolina Moreira, Gerente de Sustentabilidad y Comunicaciones del Parque, nos detalló que desde que Montes del Plata decide continuar con la Reserva ambiental, profundizar el trabajo y realizar mejoras en el Bioparque, se embarcaron en dos objetivos claves. Por un lado la conservación de la fauna autóctona, especialmente aquellos animales en peligro de extinción, con el fin de devolverlos a la naturaleza a través de liberaciones en su hábitat natural. Y por el otro la educación ambiental, trabajando por un equilibrio, con restricciones para los visitantes por ser una reserva y tratando de organizar visitas grupales previamente agendada, con una guía para recibirlos y brindar toda información respectiva.
Moreira destacó que “todas las actividades vinculadas a estos 20 años tuvieron como objetivo sensibilizar sobre la fauna autóctona, de generar cercanía con lo que son las especies naturales del Uruguay y poder hacer una labor, que además de ser la conservación de la fauna y la liberación, también lograr difusión y sensibilización, concebir a la fauna autóctona del Uruguay como parte de nuestra identidad, como parte de eso que le enseñamos a nuestros niños cuando son pequeños”.
En relación al manteniendo de este maravilloso espacio natural, se pudo conocer que si bien es una inversión considerable, significa una contribución a la biodiversidad y además se conecta muy bien con la propia gestión de la empresa, ya que la misma cuenta con plantaciones en 13 departamentos del país. En ellos están forestadas hasta un 60-65%, el resto son áreas naturales que no se plantan y también se conservan áreas especiales, llamadas de alto valor de conservación. Para poder mantener en buena salud estas áreas naturales, es preciso un equilibrio entre flora y fauna, y el contribuir con fauna en estos ecosistemas hace que se enriquezca en general la biodiversidad del Uruguay en general. “Es una inversión importante, pero es parte de la política que se mantienen constante a lo largo de estos años”.
Sobre el acceso a estos espacios de conservación natural, Moreira detallo que se pueden agendar grupos de estudiantes, escolares, liceales, universitarios, grupos de interés por tema de naturaleza, o turismo social, o club de rotarios, los grupos que se puedan coordinar con antelación. Lo que no es posible es dirigirse un día cualquiera, encontrar el bioparque abierto y comprar una entrada y acceder, ya que no funciona de eso modo, y tampoco funciona durante todos los meses del año ya que durante la época de reproducción, se limita al máximo las visitas “Durante estos 20 años más de 40 mil personas nos han visitado, aproximadamente 2.000 personas cada año. Esa experiencia si bien en intransferible estamos tratando de acercarla a los hogares a través de plataformas virtuales”. Actualmente se están haciendo mejoras en la parte edilicia, aprovechando este tiempo en que no se están recibiendo visitas, en la estructura del casco, el mantenimiento del edificio. Carolina recuerda la frase de Baba Dioum Ecólogo Senegales, la cual se ha convertido en uno de los propósitos de inspiración del Bioparque “Al final solo cuidaremos lo que amamos, solo amaremos lo que conozcamos, y solo conoceremos con lo que nos enseñen”.
El Director del Bioparque, Juan Villaba Macías, es quien desde su fundación ha estado al frente de esta reserva y ha trabajado durante toda su vida en proyectos, dirigiendo organismos relacionados con la conservación de la naturaleza y con casi 49 años de actividad profesional como naturalista. Durante 15 años trabajo para WWF – Fondo Mundial para la Naturaleza y es en el año 1999 cuando se le consulta para desarrollar un proyecto relacionado con el tema ambiental. El ya se lo había planteado, pero no contaba con los medios para llevarlo adelante, de esa forma nace este espacio para la cría de fauna autóctona, con el objetivo de luego reintroducirla en la naturaleza. Durante todos estos años se han criado especies autóctonas que están extintas, como el caso de Pecarí de Collar o especies que han sufrido algún deterioro por la caza o la destrucción de hábitat, y que hay que reforzar sus poblaciones silvestres para evitar que se extingan, siendo este el objetivo básico del Bioparque MBopicuá desde hace 20 años.
Villalba describe el desarrollo de la reserva como “un desafío importante, ya que partimos de cero, siendo una estancia tradicional, debimos comenzar por colocar electricidad, el abastecimiento de agua, cosas básicas hasta el diseño de los recintos y la ejecución de las obras. Se realizó una etapa previa con estudios sobre cuáles eran las especies afectadas y que al mismo tiempo se pudieran liberar posteriormente dentro de áreas protegidas que se tiene la empresa”
También explicó como es la logística para llegada de las diferentes especies, “los animales se recibían como donaciones de zoológicos, animales que fueron rescatados de la naturaleza, que se han metido a viviendas, previa autorización de las autoridades nacionales ya que el manejo de la fauna silvestre en cautiverio requiere autorización gubernamental”. Cuando les avisan que tienen un animal, se procede a planificar y realizar el traslado, llevando jaulas adecuadas con determinadas características por su comportamiento. Una vez que llega el animal se hacen los controles sanitarios pertinentes junto a una cuarenta, un seguimiento al comportamiento del mismo, para luego ver donde se ubicará o a que grupo será integrado.
No se han recuperado todas las especies extintas del Uruguay, ya que en algunos casos deberían ser trasladadas desde países vecinos y eso requiere un papeleo importante, sin embrago la idea no se descarta del todo. Se espera que pronto se puedan abrir nuevamente las puertas para recibir a las escuelas y organizaciones, cabe destacar que si bien ya se han realizado liberaciones como la del Pecarí de Collar, se está trabajando para llevar a cabo próximas liberaciones de otras especies.
Para la empresa Montes del Plata se ha convertido en una prioridad, que los niños conozcan y asocien las especies autóctonas con su identidad nacional, por ello se están diseñando estrategias y herramientas que permitan acercar la experiencia de conocer sobre estos animales y su hábitat, virtualmente, mientras llega el día de vivirlo personalmente.