Año tras año, el 31 de agosto celebramos nuestra profesión convencidas de que nuestra labor hace la diferencia para miles de mujeres, recién nacidos y familias a lo largo y ancho del Uruguay.
No ha de existir profesión en nuestro país que deba explicar y justificar constantemente su quehacer profesional tanto como las Parteras.
Una profesión tan ancestral como la humanidad misma, no hemos dudado en actualizarnos, integrando el arte de la partería con la ciencia de la obstetricia moderna, ampliando nuestras competencias para garantizar una atención integral, humana y respetuosa, acompañando a las mujeres a lo largo de su ciclo vital.
Estamos presentes en los rincones a veces más escondidos de nuestro país, llevando cuidados de calidad, de prevención y educación en salud a mujeres y sus familias donde muchas veces no llegan otros recursos sanitarios calificados.
Realizamos tareas de planificación familiar, asesoramiento en situaciones de embarazos no deseados, tareas de prevención en salud sexual y reproductiva como tomas de Papanicolaou y exámen de mamas, prevención, detección y tratamiento de infecciones de transmisión sexual, seguimientos del embarazos de bajo riesgo con derivación oportuna en casos de complejidad. Acompañamos el trabajo de parto y nacimiento con una mirada desde la fisiología, convencidas de que cada mujer tiene sus propios tiempos para parir y cada bebé sus propios tiempos para nacer; sabiendo que los métodos no farmacológicos de alivio del dolor hacen la diferencia para muchas mujeres, disminuyen las intervenciones innecesarias, y mejoran los resultados materno perinatales, siendo costo efectivo para el sistema de salud. Tenemos un vademecum propio que nos habilita a la prescripción de determinados medicamentos acortando los tiempos en el acceso a tratamientos cuando la situación lo requiere. Hacemos educación en salud y en sexualidad en centros educativos, y educación para el nacimiento y la mater paternidad. Apoyamos la lactancia materna brindando consejería y soporte para lograr lactancias exclusivas y exitosas.
Estamos presentes en policlínicas, maternidades, hospitales, escuelas, liceos y en el territorio acompañando familias con situaciones de alta vulnerabilidad.
Los sistemas de salud del mundo desarrollado reconocen nuestra labor como fundamental, capaz de salvar vidas y de hacer una diferencia en la salud sexual y reproductiva. No por nada la Parteria fué declarada por la Unesco como Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad.
En nuestro país los tomadores de decisiones en políticas sanitarias saben de nuestra importancia, y de lo imprescindible y valiosa de nuestra presencia y tarea por sobre todo en el interior y más aún en el sistema de salud pública. Uruguay con su mirada en general capitalocéntrica, muchas veces olvida que el resto del país existe.
Sin embargo, a pesar de ésto, nada se hace para mejorar nuestras condiciones
laborales y salariales, las cuales han sido relegadas durante largo tiempo. Hemos estado fuera de las planillas de trabajo de los trabajadores de la salud durante más de 20 años, lo cual implicó pérdida de derechos laborales y una pérdida salarial difícil de recuperar, llevando a la necesidad del multiempleo para acceder a un sueldo digno. Esto genera un impacto negativo en la salud y desempeño laboral, que termina incidiendo en algunos casos, en la calidad de atención brindada.
Constituimos un recurso humano valioso e imprescindible para el sistema sanitario de nuestro país, que necesita con urgencia condiciones de trabajo dignas y una remuneración acorde con nuestra formación, competencias y responsabilidad de las tareas que llevamos a cabo.
Uruguay posee 700 Parteras en actividad en todo el pais, con un 12% de colegas desocupadas (por encima de la media de desempleo para mujeres), donde el multiempleo es la norma debido a las bajas remuneraciones.
Desde los discursos de organismos internacionales, la evidencia científica, los académicos y catedráticos e incluso de algunos tomadores de decisión de las políticas públicas, las Parteras somos parte de la respuesta para disminuir la tasa de cesáreas en aumento constante en el país. Pero las palabras terminan siendo discursos vacíos cuando desde las políticas públicas no se garantiza el acceso de toda mujer a una partera durante el embarazo, nacimiento y puerperio.
Hoy que nuestra Escuela de Parteras enfrenta la transformación más drástica en su historia, donde nuestra formación académica es atravesada una vez más por un sistema médico hegemónico, poniendo en riesgo nuestra independencia, las parteras seguimos en pie… luchando por nuestra profesión, defendiendo nuestra identidad…. como lo hemos hecho a lo largo de toda nuestra historia.
Sin lugar a dudas la perspectiva de género atraviesa nuestra razón de ser, ya que es una profesión básicamente de mujeres que promueve, defiende y sostiene los derechos de otras mujeres.
Seguiremos batallando incansablemente por mejorar nuestras condiciones de trabajo profesionales, adecuar nuestra remuneración a nuestra formación y competencias, defendiendo los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, así como defendiendo nuestra formación e identidad profesional.
Hoy honramos el trabajo de las Parteras a lo largo y ancho del país, muchas veces olvidada e invisibilizada. Honramos a quienes nos precedieron, reivindicando una profesión que siempre ha sabido de luchas y de resistencias…. y así lo seguiremos haciendo!!!
ASOCIACION OBSTÉTRICA DEL URUGUAY.
EQUIPO DE COMUNICACIÓN.