La Escuela 60 cumplió 60 años y celebró con toda su comunidad, docentes, funcionarios no docentes, alumnos, ex alumnos y familia de la institución.
“Se vivió con mucha emoción, fue el reencuentro de muchas maestras, directores, alumnos, se vivió muy festivo y la escuela se vivió de fiesta, brillamos gracias a eso, a que nos reunimos todos con el mismo fin, la escuela esa noche, brilló”, contó a El Rionegrense la directora de la Escuela 60, Claudia Romero.
“Este año se ha desarrollado atípico, se vivió con la tensión, la emoción y la alegría de festejar los 60 años de la escuela, simbólico, los 60 de la 60, era una cosa que nos sonaba, que nos daba como jingle, y se cumplió. Se cumplió con las expectativas, una noche de alegría y se cumplió con el objetivo”, agregó.
Romero destacó también el apoyo de la Intendencia de Río Negro, el área de parques y jardines, de obras, la dirección de cultura, el MIDES y comerciantes. “El colectivo de la escuela con la camiseta súper puesta”, afirmó. “Las expectativas para el año que viene es poder hacer algo parecido, retomar lo que se hacía años atrás, el bingo a beneficio de la escuela, la expectativa del año que viene es seguir celebrando, ya no el aniversario de la escuela, pero si la vida, el reencuentro y generar un ingreso para la escuela que es volcado a la escuela y a los niños”, contó.
La directora destacó al colectivo de la escuela, no sólo las docentes sino también al resto de funcionarios. “Cuando pensamos en el colectivo, pensamos en todos los que hacemos parte de la escuela, docentes y no docentes, el personal auxiliar, que estuvo trabajando codo a codo con los maestros. Es un equipo fuerte, consolidado, hace muchos años que venimos juntos, en su mayoría son efectivos y si no tienen muchos años en la escuela, nos miramos y nos entendemos. Entonces el equipo docente es todo, pero el equipo de personas no docentes, tienen la misma relevancia, por eso digo el colectivo de la 60, todo. Y tenemos una comisión de fomento que nos respalda que también hace lo suyo”, indicó.
Actualmente la escuela cuenta cerca de 70 niños, con escolaridad compartida o con matrícula en la escuela. A la escuela 60 concurren niños que están directamente matriculados allí y otros que van un par de horas para nivelarse escolarmente.
“La escolaridad compartida está enfocada en niños que presentan rezago escolar y que pertenecen a una escuela del medio, una escuela común. Ellos participan en dos jornadas en nuestra escuela. Pertenecen a las escuelas, asisten a las dos escuelas, mayor cantidad de días a la escuela de origen y menor cantidad de días a nuestra escuela, lo que hacemos es equiparar a ese niño, intentar disminuir el rezago escolar para que pueda después participar los cinco días en su escuela”, explicó la directora.
A la Escuela 60 concurren niños con dificultades variadas. “Tenemos niños con autismo, síndrome de down, trastorno de personalidad, discapacidad intelectual y rezago escolar”, comentó. Estos niños son atendidos por maestros especializados, capacitados mediante cursos que les permite poder atenderlos de una forma adecuada. “Nosotros tenemos que poder ponernos en el lugar del otro, poder escuchar, entender situaciones, saber que hoy planificamos un tema y no se dio. Hay días que no se puede cumplir con lo pautado y ese día no se pudo y se cambia, entender que no todos trabajan al mismo ritmo. Se trabaja de acuerdo a los niveles, sabiendo que cada niño es un caso diferente al otro, se trabaja por niveles, si se puede, si no de forma personalizada” indicó.
“Cada niño tiene una particularidad, pero se los intenta agrupar, si se puede, si no por franja etaria, porque sabemos que a veces los adolescentes tienen otros intereses”, manifestó.
Estos alumnos son agrupados igual que en las escuelas comunes de jardinera a 6to y talleres. Las edades no son desde 5 años, en esta institución entran con 7 u 8 y pueden permanecer hasta los 18 años. Es importante remarcar que las edades de los niños que conforman cada “nivel” van desfasadas con respecto a la escuela común.
El equipo docente de la escuela está conformado por los maestros y dos profesores talleristas, que enseñan huerta y tecnología alimentaria, sumado a un profesor de educación física.
Romero comentó que si bien la escuela no tiene necesidades, se planteó un objetivo, que es poder contar con juegos en el patio, que les permita a los niños, tener otro tipo de movilidad en los espacios de recreación. Además el 25 de noviembre, una delegación de la escuela estará presente en Olimpiadas Especiales a nivel nacional.