Unos 98 jóvenes de entre 3 y 18 años participan en Fray Bentos del programa “Un niño, un instrumento” que busca inculcar valores a los jóvenes a través de la música.
Desde el 2021 funciona en la ciudad el programa del SODRE, “Un niño, un instrumento” donde cerca de cien niños y jóvenes aprenden música. “El programa un niño un instrumento consiste en que cada niño en las escuelas o liceos pueda acceder a tener y aprender un instrumento. Instrumentos que contengan una orquesta sinfónica, violín, violonchelo, contrabajo, instrumentos de viento, como flauta, trompeta o trombón o instrumentos de percusión”, explicó a El Rionegrense el director del programa en la ciudad Brian Suarez.
“En nuestro núcleo tenemos variedad de instrumentos, hay núcleos que solo tienen instrumentos de cuerda o de viento, acá, por suerte tenemos gran variedad”, agregó.
El profesor explicó que la cantidad y variedad de instrumentos va a depender de la cantidad de niños que lo integren. “En mi experiencia, depende de la cantidad de chicos que haya en el núcleo, en núcleos chicos, eran principalmente instrumentos de cuerda”, indicó.
“El fin del proyecto es que cada niño pueda aprender un instrumento, no pensando en que después van a terminar siendo músicos, la mayoría o tal vez la mitad no terminan siendo músicos. No es un proyecto de acción por la música, si no formar a chicos humanamente también. Por ejemplo, ahora en Casavalle en Montevideo se armó un núcleo, y la idea más que nada es sacar a los chicos tal vez de situaciones que viven en su casa o de contextos un poco difíciles, la idea es sacarlos de ahí y que aprendan música”, manifestó.
Suarez contó que “en Fray Bentos tenemos dos orquestas, la orquesta inicial que empezó en 2023, y la orquesta más avanzada que empezó en 2021. Además de las orquestas tenemos un coro y un kínder musical, que es para niños de 3 a 5 años, que no saben escribir o a veces incluso hablar donde se enseña música de una manera más dinámica”.
El director comentó que en la preinscripción que se realizó a principios de año, se habían anotado 130 niños que se sumaban a los que ya participaban. “Nuestro horario es de 13:30 a 19. Por lo que muchos de esos niños no pudieron por un tema de horario”, comentó.
“De todas maneras en el núcleo tenemos 98 inscriptos entre todos. Yo he trabajado en núcleos con cifras muchísimo más baja, yo estoy muy conforme además que se mantiene, pero obviamente tener 150 chicos es el sueño de todo director”, agregó.
Sobre cómo mantener el vínculo con los niños y como se le inculca valores comentó que “a mí se me da natural, en mi niñez también estuve en un lugar como ellos, todo lo que ellos están viviendo ya lo viví, por lo que trato de enseñar desde la manera de expresarnos hacia el director o los profesores, la manera de comportarnos en un escenario, o salir a calle a tocar y cómo comportarnos, cosas así, simples. Como uno debe comportarse en una orquesta intentamos que sea en la vida, con respeto, respetando a persona que esta adelante, en el momento del ensayo, puede ser el director o la coordinadora, o cualquier persona. También intentamos que los más grandes sean ejemplo de los más chicos”.
Suarez manifestó que “a mí me encanta trabajar con niños, me divierte mucho, ellos se divierten conmigo, y es un ámbito de diversión, pero también de trabajo”.
Sobre como decide cada niño cual instrumento tocar comentó que “a principio de año hacemos una evaluación de cuánta gente hay para cada instrumento, muchos eligen el violín porque es el más conocido, pero hay otros que son hermosos y por no ser tan conocidos no los eligen. Después que tienen la decisión tomada nosotros le damos un instrumento para que lo puedan llevar a su casa y estudiar. Es en forma de préstamo, el tutor viene, firma un contrato que es para tener control que de quien lleva el instrumento”.
Además, contó que “es un tema de cada profesor ver las cualidades que tiene cada niño, por ejemplo puede haber niños que son muy altos, que no se da mucho, entonces por ejemplo probamos con el contrabajo que es un instrumento que no se conoce mucho, y si le gusta, bueno. Vamos probando. Tratamos también que ellos decidan cuál es su instrumento. La mayoría toca el instrumento que eligió. No queremos obligarlo a elegir el instrumento”.
Muchos de los niños que participan de este programa no tenían conocimiento previo de música, ya que no es necesario. “No se necesita conocimiento previo, acá aprendemos de cero”, indicó.
Hace un par de días las orquestar realizó una presentación en el Teatro Miguel Young, ahora participaran de “un encuentro que se denomina Música que Transforma, para que varios núcleos se junten y toque. Este año nos toca la presentación con el núcleo de Paysandú y de Dolores. Ahí van a participar los más avanzados” Después tocarán en Noviembre en Río Negro y tendrán la presentación final.