El Colegio Laureles de la Inmaculada cumplió el pasado 13 de Junio un nuevo Aniversario, 50 años de Secundaria y 69 del Colegio, con el desafío de continuar inculcando el legado franciscano.
“Este aniversario lo estamos viviendo con alegría, 50 años de Secundaria y 69 del Colegio, con todos los desafíos que implica para la educación, realmente cuando miramos el camino que hemos transitado no podemos dejar de sentirnos felices, alegres, de todo el camino recorrido y con todo lo que significa en la historia. Con altibajos pero siempre con el objetivo firme de lo que tiene que ver con la formación de todos nuestros estudiantes”, contó a El Rionegrense la Directora General del Colegio Laureles, Elsa Roverano.
El Colegio Laureles de la Inmaculada fue fundado el 13 de junio de 1954 por la Orden Franciscana. Por lo que conmemoró este año 69 años de su fundación y 50 años del liceo. El Colegio cuenta con más de 300 alumnos de todas las edades, desde los 6 meses de edad, hasta los 18 años, con el pre universitario. Roverano comentó que muchos estudiantes, principalmente de Secundaria, hicieron varias investigaciones sobre los inicios y formación del Colegio. “Esta ha sido una oportunidad para que los chiquilines pueden apropiarse de la historia, y así construir el futuro”, afirmó. “La sociedad nos lleva a tener múltiples desafíos y como franciscanos también, en esta sociedad donde a veces nos vemos envueltos en situaciones de violencia o de falta de empatía, o de falta de ver el bien, es un gran desafío educativo para nosotros poder transmitir y formar el legado de los franciscanos. Hay que sostenerlo, seguir avanzando y superando nuevos desafíos”, manifestó la directora. Roverano hizo hincapié en la importancia que tiene para el Colegio, ser presente y apostar al presente para construir el futuro. Por ese motivo una de las reformas que se realizaron en el marco del aniversario fue la sala Maternal del Colegio, donde los más pequeños podrán disfrutar un espacio adecuado para su desarrollo.
También habló del fuerte vínculo que mantiene el Colegio con la comunidad y con familias que apuestan a su educación, generación tras generación. “Lo que nos da la muestra es de que el padre, trae a sus hijos, trae a sus nietos y siguen confiando. Pero no solamente en lo académico, porque nosotros siempre hablamos de una educación integral, que tiene que ver no solo con las asignaturas y las competencias sino que tiene q ver con lo espiritual. Que más allá de que los estudiantes tienen la posibilidad de optar, así como las familias, sus creencias religiosas, los estudiantes tiene la experiencia en el colegio de poder vivir los valores franciscanos, que son valores simples, que toda familia quisiera que sus hijos los tuvieran. Estamos hablando de valores a los que la sociedad apuesta, que tiene que ver con la fraternidad, la empatía, la justicia, el cuidado del medio ambiente, respeto, tolerancia, honradez. Paz y bien, educar para paz y que puedan contribuir al dialogo y el entendimiento”, explicó.
La directora manifestó que educar es un “desafío diario” y que todos estos valores “se construyen en convivencia”. “Seguimos apostando a los estudiantes, al ser humano, a la formación integral. A esa formación, para que sean ciudadanos de paz y ciudadanos de bien. Que esas palabras, Paz y Bien tengan su real dimensión y su real significado. Y podamos seguir construyendo, formando jóvenes, para aportar el bien a nuestra comunidad y nuestra sociedad”, afirmó.
Como parte de las actividades por el aniversario se inauguró una nueva sala de maternal, se colocó una placa recordatorio, y realizó una velada en el Teatro Miguel Young donde participaron alumnos, ex alumnos, docentes y directivos.
Roverano destacó la importancia que tiene para el Colegio el acompañamiento de la orden franciscana, “la importancia que tuvo el acompañamiento del Provincial de Orden, Fray Javier Fontana junto a Fray Alvarito y Sebastián. Compartimos momentos muy lindos con la bendición de la placa recordatoria del aniversario, salas de maternal y a todas las familias y alumnos que nos acompañaron”. Para finalizar dijo “nuestro presente se sigue construyendo gracias a todas las personas que han trabajado dejando su corazón para seguir las huellas de San Francisco. Ayer, hoy y siempre sembrando valores Franciscanos”.