La Parroquia Nuestra Señora del Pilar festeja este año su 160 aniversario, en ese marco, se realizó un mantenimiento del interior del templo para que luzca renovado.
“Intentamos hacer una puesta a punto de todo el templo parroquial, que con el paso del tiempo ya se venían notando marcas de humedad, lo que afectaba la parte estética. Fue una intervención que nos motivó después de la ruptura de la pila bautismal donde vimos que toda la gente se movilizó, al igual que para esto. Y fue una oportunidad para continuar con las celebraciones de los 160 años de la parroquia”, dijo a El Rionegrense el padre Luis “Tito” Cardozo. “Lo que se hizo también fue un mirar hacia adelante con un cambio en la iluminación, destacando algunos lugares, la pintura, moderniza también un templo que por si es antiguo”, manifestó.
Por su parte, el arquitecto Carlos Sobrino explicó que “como toda estructura que tiene 80, 90 años de intención porque el templo era más chico y se amplió. Está sufriendo patologías, y son patologías que hay que atacarlas rápidamente. Hay cubiertas, azoteas que se impermeabilizaron, las humedades se submuración que intentamos atacarlas, vamos a ver cuánto dura todo eso, por el grosor de los muros y el tratamiento que lleva.” Además contó que se realizó una modernización para que la gente se sienta más cómoda “un mínimo cambio en el color de las paredes, apostamos por pintar una cornisa y llevar el mismo color hasta arriba, destacando ciertos ornamentos arquitectónicos que responden al período del renacimiento italiano. También se realizó un lustrado del piso que ayuda a iluminar y a refrescar el interior del espacio del templo”.
Sobrino indicó que “También estamos hablando de realizar un hidrolavado, porque no se puede pintar, hace 10 años que se hidrolavó. También se busca mejorar la iluminación exterior y a mí me gustaría intervenir en la cubierta superior del lado de afuera, un pintado de techo y paredes, la envolvente del templo y con eso estamos cubiertos por un buen tiempo”.
Sobre darle modernidad al templo, el arquitecto dijo que “uno debe ser sumamente respetuoso, esto es patrimonio, es patrimonio de todos, es una suma de épocas, a lo largo de la vida de la ciudad y de la vida del templo se han ido incorporando elementos que pueden ser un altar o pueden ser un micrófono. Al momento de ir incorporando cosas uno tiene que ser muy respetuoso, porque va a quedar, entonces no podíamos hacer un cambio radical, pero sí que se sienta refrescada la casa, que es también un poco el espíritu que ellos tienen en lo que es la práctica del culto”.
Este año la Parroquia cumple 160 años, por este motivo realizaron una campaña de recolección de fondos que continúa hasta Semana Santa.
El padre Tito, como es conocido, también habló del involucramiento de la comunidad y como tomaron esta remodelación. “Muchos han colaborado, hicimos una campaña que constó de $1000 el metro cuadrado. Hubo gente que aparto más, hubo gente que aporto menos y se juntó con otros. La gente responde y responde con amor. Además tuvo mucha paciencia porque en este tiempo nos fuimos al salón parroquial y la gente con muy buen ánimo respondió”, contó. También enfatizó sobre la importancia que tiene la luz en el templo y el protagonismo que tomó con esta remodelación. “Quisimos resaltar el efecto de luz, no solamente con la luz del día sino también en la iluminación de noche”, explicó. Ambos coincidieron que es importante pensar también en un mantenimiento de torre y el campanario. “Para que pueda ser un lugar visitado con seguridad. Es un lugar que sería bueno conservar de la mejor manera”, explicó el padre. “La torre es uno de los elementos más significativos que tiene la parroquia. Es una torre de 1860 o 70. El reloj es de 1897, hay que acordarse de que (el sacerdote Antonio) Echeverria estuvo en Europa y trajo el reloj, un gabinete de física y química para un liceo que funcionaba acá y una pareja de gorriones, porque en Fray Bentos no había gorriones. El reloj es una maquinaria preciosa de ver porque es un reloj abierto. Las campanas donde Bruno Donato y la gente de UTEC han trabajado mucho haciendo un diagnóstico del estado de conservación y enfermedad”, contó Sobrino. “Es un atractivo más que tendría Fray Bentos porque es una visión a poca altura y podes ver muchos detalles”, enfatizó. Por su parte, Tito dijo que “sería bueno que la Parroquia de Fray Bentos fuera considerada en el Día del patrimonio. Creo que es un paso que habría que dar”. Sobre eso Sobrino aclaró que la parroquia está en la zona patrimonial, pero se puede solicitar que sea declarada además patrimonio por la importancia que tiene dentro de la historia de la ciudad. El padre a su vez considera que debe valorarse la contribución que desde la iglesia católica se realizó para el desarrollo de la ciudad, y recordó que fue Echeverría el impulsor del Colegio San José, del Colegio Laureles y del Hospital de Fray Bentos.