El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Uruguay presentaron un informe acerca del impacto de la pandemia en la tasa de informalidad. Los datos indican que esta disminuyó, del 25% al 22%, que se inició en la pandemia y continúa hasta la fecha. El ministro Mieres destacó que la reducción es genuina y la atribuyó a múltiples factores.
La finalidad de este estudio, llevado adelante desde junio de 2021 por la Unidad de Estadística de la cartera, es analizar el impacto de la pandemia en el mercado de trabajo nacional.
Participaron de la actividad el titular del MTSS, Pablo Mieres, y el representante residente del PNUD en Uruguay, Stefan Liller.
El informe, liderado y presentado por el investigador Matías Brum, muestra una caída de unos tres puntos en la informalidad, de un 25% a un 22%. Además, revela que el mercado de trabajo incluye, en la actualidad, a más personas ocupadas que antes de iniciada la pandemia de COVID-19.
Según el documento, el incremento de la formalidad podría deberse a un mayor número de jóvenes en esa situación, ya que, tradicionalmente, constituyen el grupo etario en el que hay más informalidad.
En cuanto al tamaño de las empresas, los datos muestran que la pandemia generó una redistribución de trabajadores, desde las microempresas a las medianas, lo que es consistente con los otros cambios mencionados en torno a la mayor formalización.
También se da una formalidad más amplia en el interior del país. De todos modos, aseguró Brum, es necesario estudiar lo que ocurre en los departamentos de frontera, donde la informalidad continúa siendo muy alta.
Por otra parte, el trabajo demuestra que la implementación de programas de empleo públicos, como los “jornales solidarios”, no explica, por sí sola, la caída de la informalidad, como tampoco lo hacen los cambios estructurales del mercado laboral; por tal motivo, se constata un aumento real en el registro de la seguridad social o la formalización.
Ante estos datos, Mieres declaró que esta baja en la informalidad ocurrió en todo el mundo debido al cierre de actividades provocado por la pandemia. También se observa, en especial, en América Latina, que la informalidad volvió a las tasas prepandemia, algo que no sucedió en nuestro país, donde se redujo en tres puntos.
El jerarca concluyó que este descenso se atribuye a múltiples factores, entre los que señaló que los mayores de 65, tras dos años de inactividad, decidieron salir de manera definitiva del mercado laboral.
También consideró que hubo una valorización de los beneficios de la formalidad, ya que permite al trabajador ampararse en el seguro de paro, subsidios y créditos para las empresas unipersonales. “Estos beneficios que siempre existieron se hicieron más visibles durante la pandemia”, expresó.
Asimismo, reflexionó que si hubiera mucha gente aún por fuera del mercado laboral, pero con intención de trabajar, quedaría reflejado en las cifras de desempleo, pero que este guarismo en Uruguay es bajo, por lo que es muy probable que quienes dejaron el mercado de trabajo lo hayan hecho por propia voluntad y no porque no existan ofertas.