Hace cinco años dos amigos destaparon por primera vez su cerveza artesanal, hoy apuestan a aumentar su producción para ingresar al mercado con latas de cerveza, con la Liebig, y enfrentan con entusiasmo los desafíos de emprender.
Diego Chelloni y Fernando Luhers comenzaron en el camino de la cerveza artesanal sin saber a dónde iban a llegar. “El emprendimiento comienza con la inquietud de dos amigos de querer fabricar nuestra propia cerveza sin tener idea de nada”, contó Fernando a El Rionegrense.
Investigaron, se interiorizaron y realizaron un primer curso en Montevideo. “Fue una introducción al mundo de la cerveza y ver si podíamos en algún momento llegar a hacer nuestra cerveza. Después del curso paso como un año a más o que nos decidimos a tratar de elaborarla”, relató. La primer cerveza, la realizaron con un equipo “muy casero” hace unos 5 años. “Como toda primer cerveza para quien la hace, estaba bárbara. Destapar nuestra primer cerveza fue maravilloso y un incentivo a seguir. No sabíamos mucho lo que era catar una cerveza y nuestro paladar no estaba acostumbrado. Degustamos con amigos, le dieron para adelante, pero al día de hoy te puedo decir que no era de las mejores pero como era nuestra primer cerveza fue fenomenal”, explicó. Esa primer cerveza, fue una Blonde Ale, “una cerveza rubia ligera”. “Por lo general quien toma cerveza arranca por ese estilo, y es lo más semejante a una cerveza industrial”, explicó. Hoy por hoy están elaborando cervezas del estilo IPA, se trata de cervezas más amargas.
Fernando contó que hoy continúan elaborando siempre con el objetivo de mejorar “hemos podido mejorar mucho nuestros equipos de cocción, nuestras ollas, instrumentos de mediciones, que fuimos mejorando y son muy costosos”. En ese sentido dijo que “no se genera tanto dinero para tener todo de una. Hemos ido mejorando y hemos mejorado notablemente la calidad de nuestra cerveza. Siempre hemos sido muy críticos con la calidad de nuestro producto y hoy hemos llegado a un punto en el que estamos conformes”.
El entrevistado aseguro que a la hora de emprender, de seguir con un proyecto, aparecen muchos inconvenientes y trabas. “El mayor inconveniente es la falta de capital para ir realizando inversiones en todo lo que te lleve. Pero más allá de eso hemos ido lento pero seguro, mejorando y sorteando los inconvenientes”, afirmó.
Sobre los inconvenientes o complicaciones que tuvieron que enfrentar dijo que “uno de los inconvenientes justo con nuestro producto, nuestro emprendimiento, es que en Fray Bentos cuando arrancamos no estaba ni ahí la cerveza artesanal, en Montevideo si, acá nos costó mucho entrar en el mercado, empezar a meterse, que la gente vaya conociendo los diferentes estilos”. Para incorporar en el mercado fraybentino la cerveza artesanal abrieron el primer Brewery Pub de Río Negro “ahí podíamos dar a conocer nuestro producto, y que la gente nos pida nuestro producto”.
La cervecería cerró hace unos meses, como producto del impacto de la pandemia y la obligatoriedad de cerrar este tipo de espacio. De todas maneras, Fernando destaca lo que fue esa experiencia y lo que les dejó. “La experiencia con nuestra cervecería, fue muy rica, muy bueno, dos años hermosos con un proyecto al que le metidos mucho laburo, mucho pienso, mucha garra, corazón, muchas horas de trabajo pero hermoso, aprendimos mucho, mucho trabajo en equipo, de cómo gerenciar una empresa, de cómo manejar las finanzas de una, trabajar con gente, para los dos fue muy hermoso, conocimos gente maravillosa que en su momento fueron nuestros empleados y hoy son nuestros amigos. Todo positivo”, afirmó. “Todos saben que esta pandemia no fue fácil para nadie, y para nosotros tampoco. Tratamos de ajustar los números lo más que podíamos, pero nosotros trabajamos con gente y en el momento que eso no se pudo nos limitó mucho. Tratamos de aguantar 3 meses como pudimos, ajustando costos y números. Y creímos que fue lo mejor para todos”, manifestó.
Ahora todos los esfuerzos están puestos en la fábrica de cerveza. “Ahora replanteamos y nos enfocamos en la fábrica. Adquirimos una enlatadora y entonces nuestra idea es generar una buena producción para entrar en el mercado y nuestro proyecto está centrado en la fábrica”. Sobre eso dijo “queremos ir mejorando, agrandándonos en cuanto a litros de producción. Esto nos permite saber que tenemos un producto bueno y sabemos que podemos estar en un supermercado sin correr riesgo que pierda la calidad”.
De todas maneras y pese a los inconvenientes que pueden aparecer a la hora de emprender Fernando lo aconseja. “Es muy difícil emprender, hay un montón de trabas y limitaciones. Pero se puede se logra, pero te pasa de todo… hay días que quieres largar todo, hay muchos dolores de cabeza, muchas horas”. Igual asegura “son sensaciones únicas las de emprender y lograr parte de tu objetivo. Es duro, pero recomiendo emprender y que cada uno que tenga su proyecto, que lo intente. Que no tengan miedo al fracaso, todos nos equivocamos en algún momento pero si no lo intentas nunca sabes. Yo le digo a la gente que está dudando, para adelante, para atrás solo para tomar impulso, después puede fallar o no, o puede ser un súper proyecto”.