Por Ángel Pavloff Marroni
Ha llegado el final de la campaña política. Estos días que nos quedan debemos dedicarlos a pensar la decisión que vayamos a tomar.
Independientemente de lo que pase, los tiempos electorales pasan y la vida sigue. Todos, sobre todo aquellos que no vivimos de la política, el mismo lunes después de las elecciones estaremos trabajando de la misma forma que lo veníamos haciendo hasta hoy.
Además de eso, hay cosas en la vida que son realmente importantes, como la familia y los amigos. Eso nos tiene que dar dimensión de las cosas y ser conscientes que no podemos entrar en el juego de la división y el enfrentamiento. Esa fragmentación es beneficiosa para muchos cuyos argumentos son pobres y no tienen otro método para asegurarse sus votos, o mejor aún un cargo, que demonizar al contrario y presentarse ante sus seguidores como el único de bien.
Personalmente estamos terminando un proceso enriquecedor, del cual hemos aprendido mucho, conociendo mucha gente y diversas realidades. Si bien por razones laborales tenemos la fortuna de conocer todo el departamento, sus poblaciones y parajes, esta experiencia nos ha permitido ver con otros ojos esas su situación.
La situación es clara y se repite. Las periferias de las ciudades y las poblaciones menores son las que menos servicios reciben, y en caso de recibirlos, llegan tarde y con una calidad muchas veces mala.
Para entender por qué ocurre esto, basta con entender que las obras y servicios públicos que brinda la Intendencia dependen de su capacidad de Inversiones. La intendencia gasta casi todo su presupuesto en burocracia y lo poco que resta lo utiliza para invertir. Tenemos la obligación moral de volver a poner en el centro de la gestión a los ciudadanos, la razón de ser de la intendencia es servir a sus ciudadanos.
Hemos insistido en que la buena gestión es primordial para poder generar recursos que se volcaran a inversiones, obras y servicios públicos de calidad. O sea, vamos a hacer lo que los ciudadanos de nuestro departamento necesitan.
Muchas veces se nos acusa de que tenemos una mentalidad empresarial y que eso no es lo que la gente necesita; lo que se necesita políticos que se preocupen por la gente. Permítanos hacer un breve comentario al respecto.
Las empresas tienen como objetivo principal generar rentabilidad para sus dueños o accionistas. Para eso estudian la forma más eficiente de realizar tu tarea, de acuerdo a su ecuación de costos, maximizando los beneficios. El sector público, debe maximizar la Rentabilidad Social que generan sus políticas públicas. El Estado, y la Intendencia es parte del mismo, cobra impuestos para brindar servicios. Si no los brinda, está destruyendo rentabilidad social. Si gracias a la acción del Estado, le damos más bienestar a las familias, entonces logramos que toda la sociedad este mejor.
Entonces, analizar la forma más eficiente de ejecutar las políticas públicas es fundamental para que el dinero rinda y llegue a donde tenga que llegar, que no quede en la burocracia.
Nosotros prometemos, que cada día de nuestra gestión y en todas las decisiones que tomemos, estaremos asegurando la mayor cantidad y calidad de servicios públicos para todos, empezando por los barrios periféricos y las poblaciones menores.
Daremos a Rio Negro un gobierno potente, con un musculo fuerte, una palanca de desarrollo y bienestar para las familias y empresas, de manera que los ciudadanos puedan desarrollar su máximo potencial independientemente de sus orígenes.