Con cifras de dos dígitos desde hace varias semanas el coronavirus en Uruguay se comporta de manera controlada. De todas maneras, las autoridades hablan de la importancia de continuar respetando las medidas sanitarias
“Le vamos hablar a todo el país, nos relajamos un poco y retrocedimos unos casilleros. Hoy nos obliga a poner pausa, a ir para atrás todo lo necesario, la verdad que lo hacemos con pesar, pero es nuestro deber” fueron las palabras del presidente, Luis Lacalle Pou frente al último brote de COVID-19 en Treinta y Tres. En esa oportunidad el mandatario exhortó a todos los uruguayos “a pensar que cada acción personal, colectiva, grupal puede beneficiar o perjudicar al todo” y enfatizó que es necesario reflexionar ante este hecho ya que se estuvo festejando el tener cero casos, un caso, y resultó que de un día para el otro se contabilizaron 18 casos y destacó “esto nos da la clara señal que esto no está ganado, que esto no está ni cerca y que va hacer más largo, que el cuidado va a ser más largo, que el distanciamiento físico sostenido va a ser largo, que el uso de tapabocas va a ser largo y que algunas actividades no se van a llevar a cabo ya pensando un poquito más”.
Por su parte la doctora Cecilia Hackenbruch dijo que “si bajamos la guardia el coronavirus nos come». La médico experta en gestión sanitaria destacó en Telenoche la importancia del uso masivo de tapabocas, “la población en general debe utilizar tapabocas sencillos, los N95 son de uso exclusivo para uso médico”.
La historia del COVID-19 en el país comenzó el 13 de marzo cuando fue anunciado por el gobierno nacional la emergencia sanitaria ante el registro de casos de coronavirus, pandemia que venía minando país por país y finalmente llegó a Uruguay.
Desde el primer momento el Ministerio de Salud Pública encabezado por Daniel Salinas y el Sistema Nacional de Emergencias, dictaron medidas sanitarias de higiene con el fin de evitar la propagación rápida del virus. A las personas mayores de 65 años se les envió a sus casas, casi todos los comercios cerraron, excepto supermercados, farmacias, y locales que vendieron artículos de primera necesidad, las clases fueron suspendidas, y se exhortó a la población realizar el distanciamiento social, usar gel antibacterial, evitar aglomeraciones, no compartir el mate y colocarse el tapabocas entre otras.
Poco a poco la población tomó conciencia y se comprometió con el cuidado de todos. Fueron tiempos polémicos, donde muchas opiniones fueron dadas, desde diferentes puntos de vistas, buscando la manera de contener el avance de la pandemia. Sin embargo, con el pasar de los días Uruguay fue controlando el número de casos y afinando las medidas que se tomaban, realizando seguimientos epidemiológicos de contacto a todas las personas que pudieran estar en contacto con los pacientes infectados.
Cuando los casos de COVID-19 iban en descenso se dio a conocer un brote repentino en el departamento de Rivera, y los casos fueron rápidamente en subida, lo que llevó el traslado inmediato del presidente y autoridades gubernamentales al departamento para realizar investigaciones sobre el cómo se generaron los casos y que acciones tomar al respecto.
Uruguay ha sido reconocido a nivel mundial por ser un país que ha demostrado el buen manejo y control en las medidas para contener el avance de la pandemia. La página www.endcoronavirus.org ha clasificado al país dentro del grupo de protagonistas que están logrando vencer al COVID-19. Incluso en las últimas semanas la representante de Naciones Unidas en Uruguay, Mireia Villar, elogió la gestión del gobierno uruguayo.
Especialistas en neumología, infectólogos, epidemiológicos, expertos en el área sanitarias y personal sanitario y de la salud a nivel mundial, han concluido que solo el cumplimiento sostenidos de las medidas preventivas, puede ayudar a mantener controlado el número de contagiados por COVID-19, si la población “baja los brazos” las consecuencias pueden ser muy malas.
Ahora Uruguay ve como un problema el ingreso de personas al país, es por eso que busca extremar los cuidados para no generar nuevos focos de contagio. Sobre eso las autoridades gubernamentales están definiendo estas medidas con el fin de controlar el ingreso al país. Desde el MSP anunciaron que en breve no se podrá ingresar al país si no se dispone de un test negativo certificado, hecho al menos 72 horas antes. Todos deberán cumplir cuarentena y se hará otro test a los pocos días.
Álvaro Delgado, secretario de Presidencia dijo que “eso se hará en todos los casos previstos en las excepciones, buscamos un decreto que abarque todas las formas posibles de ingreso con garantías a los ciudadanos, con una tarea previa y posterior al ingreso”. Ello implica la presentación de un test negativo 72 horas antes hecho por un laboratorio habilitado por el ministerio correspondiente del país de origen, pero «habrá garantías en el descenso más allá de esa declaración jurada sanitaria».