«Si somos más cautelosos podemos evitar que esta delincuencia siga creciendo. La colaboración es la responsabilidad de todos», declaró la Cabo Marcela Melgarejo a “El Rionegrense”.
El panorama de la ciberdelincuencia y las estafas telefónicas en el departamento de Río Negro es, según las autoridades, «bastante complejo» y preocupante. A pesar de las constantes campañas de prevención, los casos de engaño, dirigidos especialmente a adultos mayores, se han vuelto cada vez más frecuentes y sofisticados.
La Encargada Departamental de Policía Comunitaria “Orientada a Problemas” (PCOP), Cabo Melgarejo, subraya que, si bien es imposible cuantificar un número exacto, la tendencia es claramente «en ascenso», destacando que el objetivo de la fuerza es pasar de la mera descripción del problema a la búsqueda de soluciones concretas mediante la prevención y la denuncia inmediata. Su oficina se enfoca precisamente en la prevención y concientización, pues son un área de apoyo y no de recepción de
denuncias.
Las estafas en Young y Fray Bentos se centran en tres grandes modalidades, todas diseñadas para anular la capacidad de reacción de la víctima: telefónica, presencial y digital.
La principal «modalidad estrella» es la telefónica, que apela directamente a la emoción, como el «cuento del familiar en el extranjero» o en peligro: «Lo que últimamente se está viviendo mucho es lo telefónico, jugando desde los sentimientos de la víctima, haciendo o tomando como referencia de rehén algún familiar que se encuentre en el exterior, o que se encuentre atravesando una situación que amerita que la víctima tenga que girar algún cierto monto de dinero».
Este «cuento del familiar en apuros» provoca un «estado de nerviosismo y urgencia» tal que las víctimas, en su desesperación por ayudar, son «bloqueadas».
Otro factor crucial de vulnerabilidad, especialmente en el adulto mayor, es el desconocimiento en el área informática y un «exceso de confianza». «La delincuencia se está profesionalizando cada vez más.
Hoy en día una persona de corbata y traje te puede golpear la puerta, hablar muy bien, de forma muy educada y sin embargo estafarte, como así de la misma manera telefónica», expresó Melgarejo.
Prevención activa y el rol irremplazable de la familia.
La Unidad PCOP está implementando un despliegue constante para concientizar a la población. Utilizan charlas, talleres, spots publicitarios en medios y folletería que distribuyen en centros y casas financieras. Recientemente, aprovecharon eventos como el “Día Internacional del Adulto Mayor” para llegar directamente a más de 50 personas con estas herramientas de prevención.
Sin embargo, el rol de la familia es insustituible. Marcela Melgarejo enfatiza la necesidad de una comunicación fluida y constante con los adultos mayores para prevenir el engaño.
Consejos urgentes para Hijos, Nietos y Cuidadores.
Monitoreo y Conversación Abierta: «El adulto mayor muchas veces se encuentra viviendo solo y es importante que realmente sea monitoreado por un hijo, un nieto o por sus cuidadores”.
Asesoramiento inmediato: Enseñar a no actuar solos. “En caso de recibir un llamado, un link o necesitar asesoramiento en cuanto a alguna página, el adulto mayor debe hablar con alguien del tema para ser alertado a tiempo”.
Llamar al 911 o acercarse: Recordar que, ante cualquier duda, pueden comunicarse al 911; concurrir a la Seccional más cercana o a la oficina de PCOP en Fray Bentos (Cossini N° 3365).
“En los casos en que la estafa se consume o se intenta, la víctima debe actuar sin sentir vergüenza”. La Policía es clara: la acción debe ser inmediata y sin reparos. Para que la denuncia sea efectiva, se debe aportar la mayor cantidad de datos posibles (número telefónico, descripción del estafador, vestimenta, vehículo, etc.). Esto permite que las unidades especializadas trabajen rápidamente en conjunto para el esclarecimiento de los hechos.
Como mensaje central a la comunidad de Río Negro, la Encargada Departamental de PCOP hace un llamado a la acción colectiva y a la cautela: «Hay que estar despiertos y tomar todas las prevenciones en cuanto a seguridad en lo posible».
Melgarejo, concluyó con una reflexión sobre la responsabilidad compartida: «Depende de nosotros el cuidarnos entre todos, pienso que, si cerramos las puertas, somos más desconfiados, podemos por lo menos evitar que este tipo de delincuencia, siga creciendo. Nos ayudamos, de todos es la responsabilidad».















