Francisco Pomi, Gerente Comercial de la empresa, detalla en diálogo con «El Rionegrense» la estrategia de diversificación que centraliza la producción de leche y suero en Río Negro, aprovechando su infraestructura logística existente.
Jugos del Uruguay, conocida por sus marcas Big C y Big Choice (pulpa de tomate), está en plena transformación. Con una inversión cercana a los 10 millones de dólares, la empresa está construyendo una planta de procesamiento y envasado de leche en Fray Bentos, lo que supone un salto estratégico en su diversificación productiva.
El punto de partida de este ambicioso proyecto es la sólida infraestructura que la misma ya posee en el litoral. «La elección de la ubicación se da porque Jugos del Uruguay está instalada en Fray Bentos desde 1998» afirma Pomi, quien subraya que la permanencia y expansión en esta locación no es casual, sino una decisión que optimiza toda la cadena de valor. «En Fray Bentos contamos con nuestro centro logístico desde donde realizamos la distribución a todo el país» explicó el Gerente. La nueva planta láctea se ubica en el mismo predio, (Ruta Puente – Puerto “Vladimir Roslik” km 310,7) lo que les permite «optimizar la distribución y los servicios
necesarios para su puesta en funcionamiento».
La planta, que proyecta alcanzar una capacidad máxima de 40.000 a 50.000 litros diarios, tiene una fecha de inicio. Francisco Pomi dijo que la puesta en marcha está planificada para febrero de 2026. El volumen de producción aumentará gradualmente, siempre condicionado al «comportamiento del mercado y la posibilidad de suministro de los proveedores».
Este crecimiento se traducirá directamente en la generación de empleo. Si bien la idea es comenzar con un turno de producción, el plan de escalabilidad contempla la posibilidad de aumentar «hasta 3 turnos de producción, lo que implicaría producir las 24 horas» En cuanto al personal indirecto (distribución, logística), su crecimiento dependerá de la respuesta del mercado a los nuevos productos.
PILI: El legado y la estrategia de marca propia.
Uno de los movimientos más resonantes de la empresa fue la adquisición de la histórica marca PILI. En un contexto de diversificación, la estrategia a largo plazo para esta marca es analizada con cautela.
Pomi fue enfático: «La marca PILI es una estrategia de negocio que podremos utilizar tanto para el mercado interno como el mercado internacional». Sin embargo, la hoja de ruta de la empresa es clara: «Nuestra prioridad será trabajar con una marca propia para lácteos, que transmita calidad y seguridad como nuestras marcas actuales».
La implementación de la nueva planta envasadora Tetra Pak, que tendrá sus primeras pruebas con agua, a fines del segundo mes del año próximo, ha sido un reto logístico y de ingeniería. Se trata de «equipos nuevos que fueron importados desde distintos países». Además, han incorporado equipos provenientes de la ex PILI, como calderas y otros para servicios, según informó.
El Gerente enumeró los desafíos más grandes, que van desde la logística de equipos hasta el factor humano. Logística de equipos, «Desde la importación de equipos, transportes sobredimensionados, manipulación de cargas pesadas», explicó.
Otro es el desarme y montaje, la ardua tarea de desarmar las dos plantas de PILI en Paysandú y Pueblo Esperanza requirió «mucho asesoramiento para montar, transportar y luego volver a montar en nuestra planta estos equipos que pueden llegar a ser de gran valor».
















