El pintor y muralista fraybentino está a la espera de concretar su segundo libro que mostrará pinturas de sus recuerdos en Suecia, su vida en el país europeo y el regreso a Uruguay ya en democracia.
“Mi primera nota en un diario fue con ustedes”,comenzó diciendo el artista. Damián Ibarguren es un pintor y muralista fraybentino que cuenta a través de sus obras de una manera sencilla y con imágenes cotidianas una parte de la historia que muchos no conocen.
Su primer libro se llamó “Cuando lleguemos está mamá”, y cuenta en una serie de cuadros su infancia, su familia y lo que fue su vida en la década del 70 en Uruguay, Argentina y su llegada a Suecia.
“El proyecto surge como una idea de pintar cuadros para mi hija Matilde que en ese momento tenía 3 o 4 años, como forma de contarle porque su abuelo había estado preso, porque nosotros habíamos estado en Suecia, era un poco eso,
Pinte los cuadros en serie, todos al mismo tiempo, iba cambiando la tela sobre el bastidor. ¿Cómo elegí los momentos? Intente ser honesto y pinte lo que me acordaba. Intenté rescatar la memoria del niño que fui. Después que estuvieron los cuadros, surgió la posibilidad de exponerlos, entonces a mi amigo Daymánle surgió la idea de agregar un texto que ayudara al observador a entender la escena. Con eso hicimos el catálogo que se ha ido transformando en este libro que anda ahora en la vuelta. El proceso de la escritura llevó más tiempo que la pintura, estuve meses trabajando en conjunto. La exposición estelar fue la que se hizo en la terminal de Fray Bentos, en el 2012, creo, hasta hubo un móvil del canal 12, un gran éxito”, contó.
Sobre si el arte para él ha sido sanador o una forma de expresar cosas que le pasaron en la vida, lo puso en duda. “No lo siento como algo sanador. Busco rescatar de cada situación algo positivo, le busco la vuelta. Es un enfoque que tengo yo”, manifestó.
Ibarguren considera que nunca se sintió víctima, “la sensación de dolor no la tengo, nunca me sentí víctima. Somos protagonistas, a veces directa o indirectamente, a veces voluntaria o involuntariamente. Somos los que estamos y nos tocó llevar adelante la historia, fue lo que pasó y ya está. Cada persona tiene su vida y su propia historia más o menos compleja. Es una opción como vivirla o como rememorarla”. “Nosotros fuimos, dentro de todo, una familia afortunada, que terminó todo el periplo de la dictadura los cuatro juntos y sanos”, afirmó.
Ahora se lanzará segundamente el año próximo, ya que está en etapa de corrección, un segundo libro con cuadros que habla sobre sus recuerdos de Suecia, los años viviendo allí y el regreso a Uruguay. Sobre Suecia y su vínculo con ese país, dijo que es un país al que le tiene mucho aprecio y le encanta. “Acá lo que intento mostrar es la vida en Suecia y como yo fui creciendo, luego el retorno a Uruguay y los contrastes que viví como adolescente de 15 años”, comentó.
El artista también habló sobre qué cosas lo inspiran a la hora de componer una obra. “Trabajo básicamente por inspiración, de repente surge el cuadro y tengo que pintarlo. Tal vez estoy pensando un cuadro, semanas, meses, años y cuando voy a pintarlo surge una idea nueva y tengo que pintar esa otra cosa. En general surge de pequeñas cosas, anécdotas, de la vida cotidiana. Puede ser del olor de café por la mañana, por ejemplo, eso me lleva a un lugar vivido o imaginado. Otras veces son escenas concretas, como un padre y un hijo en la calle y a partir de eso tengo que pintarla y crearles un mundo”, agregó.
Damián también habló de cómo fue construyendo ese pintor y lo que fueron sus comienzos. “Mi primer contacto con la pintura fue en Suecia, mi padre pintaba y ahí fue que aprendí a conocer los materiales, tenía 14 años. Pero recién a los 30 años empecé a pintar de forma ininterrumpida como hasta ahora. Pero, pintor no sé cuándo me sentí, quizá fue cuando me mudé solo a un galpón/taller. Ahí tenía muchísimo tiempo y espacio para pintar. Como que luego de eso no hubo retorno”, contó.
El pintor, también es muralista y fue el primer uruguayo en realizar un mural en el metro de Brasilia. Se trata de un mural que reúne detalles de la cultura uruguaya. “El mural es diferente al cuadro, ahí sabés que va a pasar mucha gente y lo va a ver. Tenés que pensar en ser más amable con el observador.
El boceto para el mural de Brasilia tenía 10 años, claro está nunca me imaginé pintarlo ahí, pero el concepto y la idea del contenido ya estaban. Surgió justo esta posibilidad con la embajada de Uruguay en Brasilia y creo que supe que había llegado el momento. Tenía toda la libertad y tiempo para pintarlo. Me pasa que mientras estoy pintando la gente me hace comentarios y algunas veces las observaciones u ocurrencias terminan siendo parte del mural”, relató.
El mural está ubicado en la Estación 106 Sul do Metrô-DF de Brasilia. Demoró una semana en pintarlo, de 9 a 17hs aprox.
Damián Ibarguren Gauthier
Damián nació en Fray Bentos, es pintor y muralista. Además, es dibujante técnico, modelador 3D y animador. Con sus pinturas llegó a países como Argentina, Suecia, España, Irlanda y Líbano. En el Líbano pintó varios murales; el primero de ellos fue en la escuela Uruguay de Beirut, con escenas típicas del Uruguay rural. En América hizo murales en Argentina, Brasil, Colombia y Costa Rica. En Fray Bentos también hay varios murales realizados por él.





