Por Javier de León.
Sin información oficial, porque la Asociación Uruguaya de Fútbol de acuerdo al criterio de Marcelo Bielsa, así procede, todo indica que Luis Suárez y Edinson Cavani han sido reservados para la doble fecha de Eliminatorias de noviembre. El jueves 16 ante Argentina en La Bombonera y el martes 21 con Bolivia en el Estadio Centenario.
La primera sensación es de congratulación con la decisión, si efectivamente así fue tomada, y es confirmada con la convocatoria definitiva.
Por más que el proyecto apunta a la Copa América 2024 y el Mundial 2026, HOY, en su actual estado de forma, con goles y asistencias en Gremio, no era razonable que Luis Suárez no formara parte del plantel celeste. Paralelamente, la sensación de duelo mal elaborado en el final de la carrera de los ídolos, entre lo que Bielsa decía y no hacía, no entregaba el mejor mensaje.
Llamar a Suárez es una buena decisión para el fútbol uruguayo. Ahora, el jugador también deberá poner de su parte, y entender el papel que en este momento de su carrera debe tener con la celeste. Porque hoy, el titular es Darwin Nuñez.
TRES PATOS DE UN TIRO
La decisión de Marcelo Bielsa, sorpresiva por cierto, es inteligente y representa una jugada estratégica de ajedrez.
Logra tres objetivos simultáneos:
1) Desde el punto de vista deportivo, forma hoy el mejor plantel al que puede aspirar Uruguay. Está claro que ha probado y no hay otro futbolista de nivel siquiera cercano a Luis Suárez para acompañar en el plantel a Darwin. Y con Cavani que mantiene su ritmo físico, aunque ha estado ausente del gol desde su llegada a Boca, tiene un terceto de reservados de nivel mundial.
Darwin suma una tarjeta amarilla, y de recibir otra ante Argentina, no podrá jugar con Bolivia. Y si se resfría, se lesiona, lo vuelven a amonestar, o pasa cualquier cosa, es absurdo el escenario de la doble fecha de octubre, en la que no tenía sustituto. Allí, a Bielsa le salió bien, porque Darwin jugó todo el tiempo, pero no siempre la suerte acompaña.
2) Si algo desvela al entrenador, es no quedar como aquel que jubiló a los ídolos. De hecho, al no citarlos para las Eliminatorias, les estaba marcando el retiro definitivo de la selección nacional.
Bielsa tiene el derecho de tomar la decisión que entiende más acertada, pero estaba claro que, en lo resuelto en setiembre y octubre, estaba implícita la jubilación de los dos nueve goleadores de la celeste. Ahora, si se confirma la convocatoria, ya no será el DT quien los jubile. Los jubilará el tiempo, este tirano tan implacable. Y Bielsa no cargará sobre sus espaldas con el sello de haber retirado definitivamente a los ídolos.
3) Los convoca en el momento justo, después de una gran victoria ante Brasil, a quién no se le ganaba hace 22 años, y a quién no se le ganó con Suárez y Cavani en campo.
Bielsa cita a un Suárez no imprescindible, sino a un Suárez complemento para Darwin, que viene de dos goles en octubre, y asistencia para Nico De La Cruz.
Hoy Bielsa está fuerte, porque ganó un partido clave en octubre.
Hoy Bielsa se ganó en la cancha la autoridad de marcar las reglas de juego. Hoy Darwin está fuerte, porque asumió ante Colombia la responsabilidad de patear el penal en el último minuto y tuvo una actuación de crack con Brasil.
Suárez se integra a un equipo sin el rótulo de salvador o imprescindible, como hubiera ocurrido en setiembre al inicio de las Eliminatorias. Y en ese contexto, el péndulo de poder dentro de la selección se inclina hacia el entrenador.
Sólo resta confirmar la convocatoria, y aguardar que, en este tramo final de los ídolos con la celeste, el adiós sea con una sonrisa en el alma. De ellos y de nosotros.
Se lo merecen ellos. Nos lo merecemos nosotros también.