Por Javier de León.
La semana alumbró con una buena noticia para Uruguay: otra vez la final de la Copa Sudamericana se jugará en Montevideo. Aunque no fue explicitado por la Confederación Sudamericana de Fútbol, será en el Estadio Centenario. La final se jugará el sábado 28 de octubre.
Como en el 2021, cuándo se disputaron las dos finales continentales, de Libertadores y sudamericana, otra vez una definición clubista del continente será en nuestro paìs. Por historia, por tradición, los uruguayos pretendemos apuntar a la Copa Libertadores. Pero por presente futbolístico, y por recursos y realismo, la sudamericana es una Copa para nada sencilla, pero acaso más potable para nuestras posibilidades.
Peñarol, que goleó a River Plate, y Danubio, que ganó por penales a Defensor, serán los dos equipos uruguayos que jugarán en primera fase. Integrarán un grupo de cuatro equipos, y conocerán sus rivales el próximo 27 de marzo. Pero también, Nacional y Liverpool, que participarán en primera fase en Libertadores, pueden caer a partir de octavos a la Copa Sudamericana.
Para Peñarol, un hecho curioso. Las 5 Copas Libertadores que ganó lo hizo en el exterior. Nunca pudo dar una vuelta olímpica en Montevideo- Eventualmente en este 2023 podría festejar en su tierra, si avanza en primera fase, y luego se encamina en octavos, cuartos y semifinales.
La final de la sudamericana también traerá novedades para el Estadio Centenario. El sueño primario es realizar una gran obra, cavar 3,60 metros de profundidad, y bajar el campo de juego. Así, podrían construirse tribunas en torno a la cancha, que permitirían subir el aforo a 80 mil espectadores, y ponerlo a tono con las exigencias de la FIFA para una final de Campeonato de Mundo, siempre pensando en el 2030.
Pero la obra tiene un plazo mínimo de ejecución de siete meses, además de la necesidad de financiarse. El sueño está y en estas horas se definirá exactamente cómo se modificará el Centenario y qué obras recibirá. Pero no parece sencillo que el campo de juego baje cerca de dos metros, porque es riesgoso jugar con apuro y sin los tiempos necesarios. El 28 de octubre debe estar todo pronto para recibir la final de la Copa Sudamericana.
Por lo pronto, esta semana nos desayunamos con una buena noticia. Uruguay sigue estando en el circuito de las finales continentales. Y merece festejarse.