En un grupo de 25 personas seguramente 2 o 3 de ellas sean disléxicos. El 8 de octubre es el día de este trastorno que es cada vez más identificado y que acompaña a muchos durante toda su vida.
La dislexia tiene muchos mitos. La psicopedagoga de Centro Criarte, Paulina Pérez Furtado habló con El Rionegrense al respecto. “Primero, “Yo tuve dislexia de niño” la dislexia no es una cosa de niños, sino que es una condición neurobiológica con la que uno nace y que lo acompaña toda la vida. No desaparece, lo que si podemos compensarla, adquirir herramientas y convivir con ella”, explicó. “Otro de los mitos es que se confunde b con d o que invierten los números. Si bien es verdad que cuando la persona tiene dislexia tiende a confundir el sonido que corresponde a cada letra no solo se limita a confusión de la b con la d. Hay otras características también. Otro mito es que son brillantes para la matemática, en muchos casos se observa un excelente rendimiento para lo que es matemática, que contrasta con la capacidad que tiene la persona en lectoescritura, pero eso no implica que todas las personas con dislexia sean brillantes en Matemática”, indicó.
La profesional explicó que otro mito tiene que ver con la afirmación de que no hay que enseñar inglés a las personas con dislexia. “En realidad el estar en contacto con otra fonología y otra estructura gramatical te puede brindar herramientas lingüísticas para compensar mejor la dificultad que ellos tienen. No es la idea sacar ingles de la curricula, sino saber cómo enseñarles y que aspectos le van a costar más, no quitarles la oportunidad de que puedan ser bilingües, no limitarlos”.
Otro mito que plantea Pérez es que la dislexia es más común hoy que antes, “lo que sucede es que a medida que se investigó sobre esta dificultad, los profesionales saben cómo reconocerla y pueden desarrollar herramientas para poder detectarlo”. “Quizás en el pasado esto pasaba desapercibido, y hoy que se tiene mayor conocimiento sobre la dificultad, se puede reconocer y diagnosticar”, explicó.
En un grupo de 25 puede que 2 o 3 tengan dislexia, ¿pero que es la dislexia?. “La dislexia es una dificultad puntual, especifica en lo que es la lectura. No hay una dificultad física, las dificultades en la lectura se caracterizan por tener un déficit, en el logro de la lectura fluida de palabras o de textos. Entonces se vinculan también con tareas que tienen que ver con la lectura, como puede ser la compresión de texto, desarrollo de vocabulario, la ortografía de las palabras, almacenar como es la escritura de las palabras, y todos aquellos aprendizajes que requieren la memoria verbal, por ejemplo, recordar los nombres de las letras, el año, las tablas. Con el tiempo se puede compensar este atraso que tienen”, dijo la profesional.
Pérez indicó que se detecta en el inicio de la escolarización. La psicopedagoga dijo que “muchas veces se desconoce que hay detrás del rendimiento bajo que tienen esos niños, cuando se evalúa y se diagnostica, se explican muchas cosas que quizás las maestras estaban en el aula y no tenían explicación. Se puede cambiar el tamaño de letra, la manera en la que se organiza, utilizar colores, vincular con colores, de esa manera se puede facilitar el acompañamiento del día a día con los maestros y los niños”.
La profesional hizo énfasis en la capacidad que tiene el disléxico para completar sus estudios, “no hay techo, tienen una inteligencia dentro de lo normal, entonces capacidad hay, tienen que adquirir estrategias compensatorias para esta dificultad en la lectoescritura que permita estudiar y lograr conocimientos, para poder lograr un nivel terciario o más. Lo que se propongan está a su alcance”. “Las personas con dislexia tienen un cerebro que se desarrolla diferente. La dislexia no es una enfermedad, sino que es un trastorno que afecta el aprendizaje” en ese sentido la profesional explicó que muchas veces la dislexia puede ir acompañado de otros trastornos como puede ser la hiperactividad o déficit atencional, “pero muchas se presenta sin la necesidad de otro trastorno”.
La psicopedagoga dijo que es necesario brindar, por parte de los maestros, información y actualización para lograr herramientas que le permita “observar y derivar”.
¿Sabías qué?
Steve Jobs, creador del imperio de Apple era disléxico, también el director de cine, Steven Spielberg.