Por Javier De León
Los números no mienten, mienten los que hacen números, solía decir, mientras fumaba algún habano, el inefable Cr José Pedro Damiani. En realidad, hay muchas maneras de “mentir”, sin hacerlo en forma explícita.
Ver una parte de los árboles, sin considerar el bosque, es una de las estrategias utilizadas.
Peñarol es un buen ejemplo de lo antedicho.
El video que presentó el presidente Ignacio Ruglio hace poco más de un año, en abril del 2021, con proyecciones financieras para esa temporada, no reflejaba cabalmente la realidad. Porque omitió ingresos factibles y que además habían sido consensuadas entre los técnicos de las cuatro listas que habían competido en las elecciones de meses antes.
Entonces un desfasaje de caja de US$ 700 mil para el 2021, se convertía en el discurso del presidente en casi 7 millones de dólares de desfasaje. Vaya diferencia!!
Allí estuvo la primera molestia de la minoría damianista en la Directiva, aunque hicieron silencio en aquel momento.
Ahora, salieron con los tapones de punta. Rodolfo Catino expresó que Peñarol dispondrá de 80 millones de dólares en los tres años de mandato de esta Directiva de Ruglio, y entonces “como no se van a contratar jugadores para un equipo de nivel”.
Es otra forma de “mentir”.
A los 80 millones de dólares se llega sumando el saldo inicial de caja, las cuentas que había a comienzo de ejercicio para cobrar, los ingresos previstos en estos tres años por cobranza socios, recaudaciones, ingresos televisión y por participación en Copas Internacionales, además de lo que ingresará por transferencias, fundamentalmente de Facundo Torres, Agustín Alvarez Martínez, Joaquín Piquerez y los 3 millones de dólares por derecho de formación de Darwin Nuñez.
Es cierto, la cuenta da aproximadamente 80 millones de dólares.
Pero falta decir que también se inició la etapa con pasivos, aproximadamente 17 millones de dólares, y además, hay todo un presupuesto que cubrir. No sólo la Primera División, sino las Formativas, el mantenimiento del Campeón del Siglo, y los otros deportes, entre tantos gastos.
Peñarol está en saludable situación económica, pero no tiene manteca al techo para tirar.
Hoy, en mala situación deportiva, cuarto lugar en la Tabla Anual, otra derrota el fin de semana pasado ante Liverpool, y a ocho puntos del líder Nacional, apura por contrataciones.
Pero no debe olvidar algo central: su actual presupuesto, lo que ya está gastando, es un dinero importante, el más alto de la Primera División de Uruguay.
Y ese dinero debe rendir, como no rindieron la gran mayoría de las contrataciones que realizó a principio del 2022.
Así planteadas las cosas, antes de gastar más, debe gastar bien. Afinar la puntería, y lograr que su egreso económico tenga relación con su rendimiento deportivo. Porque lo que Peñarol invierte en su Plantel Principal (jugadores, cuerpo técnico, más Bengoechea y Cedrés) merece un lugar en la tabla que seguro no es el cuarto puesto actual.