Es la responsable de los tres locales de Bengala, tiene a su cargo casi a 20 personas. La comerciante fraybentina asegura que todo se logra con esfuerzo, trabajo, dedicación y ganas.
Cuando la madre le dijo a Sofía que se hiciera cargo de Bengala no sabía cómo hacer frente al desafío, no tenía el dinero y sabía que para emprender necesita invertir. “Me ofrecieron $7000 en una financiera, me fui a Mercedes a levantarlos, pero no sabía que iba a poder comprar con eso. Para arrancar un negocio necesitas un capital y yo no lo tenía. Decidí comprar cotillón, eran unas cajitas, pero así comencé, viajando por semana y eligiendo que podía gustarle más al cliente”, contó Sofía Sainz a El Ríonegrense. “Yo voy a Montevideo, manejo, compro, cargo, pongo las lonas, ato y vuelvo manejando. Y eso todas las semanas”, explicó.
Ya pasaron 9 años desde que se hizo cargo del local de Bengala sobre 18 de Julio, pero trabaja desde los 15 años. “Yo inicié con mis padres. El rubro fue siempre lo mismo, multirubro, bazar, juguetería, regalería, de todo. Yo hice las cosas distintas a como la hacían mis padres, que no se si está mal o bien, pero creo que por ahora voy bien, porque siempre estoy creciendo y siempre estoy buscando cosas nuevas para traer, novedades, lo que está de moda. Estoy muchas horas porque mis días comienzan a las 8 y a veces son las 22 y sigo en el comercio, o estoy en casa, pero estoy haciendo pedidos, pagando a los proveedores o pagando sueldos. La vida del emprendedor es así, no tenés horario”, relató.
Sobre sus inicios contó “cuando yo arranque, y creo que a todos los emprendedores les pasa o les pasó, los que quieren realmente crecer, yo no me considero una persona conformista, si no estaría como hace 9 años atrás. No fue fácil, no fue de un día para el otro o que alguien me ayudó, fue todo muy de cero, metiendo muchas horas, mucho esfuerzo y con una hija chica que necesitaba atención. Además yo estaba terminando el liceo nocturno, eso era algo pendiente que me había quedado”. Terminar el liceo era uno de sus propósitos, lo realizó en el liceo nocturno, de tercero a sexto.
Por eso considera que “todo en la vida se puede lograr con esfuerzo y trabajo. Que si alguien realmente se lo propone lo puede lograr”.
Bengala se caracteriza por tener muchas novedades y lo último en moda, en ese sentido dijo “mi vida, para que se hagan una idea, vivo tres meses adelantada. Tres meses antes que el resto de las personas. Termina la zafra de reyes y yo estoy comprando escolar, que es en marzo. En enero te están mandando catálogos o tenés que estar buscando para no quedarte sin la mercadería de la zafra escolar. Y en febrero ya estas comprando todo lo que es de invierno”.
Sofía contó que lo más difícil es poder tomarse un tiempo para hacer otra cosa que no sea trabajar. Sobre eso dijo que antes de abrir el local de Mercedes logró ir un tiempo al gimnasio pero después ya fue imposible. “Años atrás yo abría todos los días, hasta los domingos, y como comencé sola, no tenía empleados, abría yo y cerraba yo. Y hace dos años, después que abrí Max, decidí tomarme los domingos, el local sigue abierto, pero yo no voy los domingos, porque necesito un tiempo para mí y para mi familia. Todo lo que he logrado viene por ahí, porque veo a mi hija, a mi familia y digo, yo quiero crecer. Quiero darle una educación, necesito pagarle el colegio, que estudie inglés, si surge poder ir de viaje, necesito trabajar y siempre tengo una meta y trabajo para esa meta”, contó.
Después de consolidar Bengala y de aventurarse a abrir Bengala Max, Sofía se puso otra meta por delante, abrir un local en Mercedes. “Esa fue una plaza que siempre me gustó, mis padres tuvieron en algún momento local en Mercedes. Tengo mucha gente en Mercedes que me decía: “Sofía te necesitamos acá, no hay un negocio que tenga todas estas novedades y cosas lindas. Además de lo que me decían los conocidos, yo veía que le faltaba algo así, hay muchos negocios, pero algo así multirubro, que tenga de todo, que sea un horario extenso, no hay”, afirmó.
Sofía asegura que una de las cosas más importantes es lograr una buena atención. Que las personas sientan que son importantes. “Yo me dedico de lleno a esto y trato de estar. Para saber que quieren, que necesitan”, afirmó. Para esta comerciante es muy importante centrarse en el cliente, porque considera que, si tienen una buena atención, ese cliente regresa y va a priorizar su local frente a otro comercio.