Las pastas son sinónimo de familia, de encuentro, de domingo y en Fray Bentos muchos tienen como tradición, desde 2003, reunirse a comer las pastas del Chato Romero y hoy además pueden disfrutar de un local totalmente renovado.
Quien no conoce en Fray Bentos al Chato Romero y sus pastas. La Pastería del Chato es uno de los comercios más emblemáticos de la ciudad que hoy pasa por una renovación en su local. Joaquín Romero, hijo de Julio y Patricia, se hizo cargo junto a su hermana Valentina de esta nueva etapa del comercio.
“Las pastas son las mismas, mantenemos las recetas, la calidad, la materia prima y en especial, los mismos trabajadores desde que comenzamos. Eso no cambió”, contó Joaquín a El Rionegrense.
Julio junto a Patricia decidieron abrir en 2003 esta pastería que se mantiene hasta el día de hoy y se convirtió en un clásico para las familias fraybentinas a la hora de elegir pastas.
Joaquín contó que si bien, en el pasado no estaba involucrado en el negocio, con el paso del tiempo y la jubilación de su padre tomó la posta. “Con esto que mi padre se iba alejando cada vez más, fui conociendo, igual mi hermana, es la que conoce más el movimiento ahí adentro, y fuimos tomando la posta. Obviamente mi padre nos sigue ayudando, es el primero en llegar y el último en irse, no lo haces cambiar eso nunca más, es su vida”, manifestó. Sobre el nuevo rol de Julio dijo que “la idea es que participe, por más que las decisiones ahora corren por nuestra parte. Mi padre ayuda y de hecho tiene sus emprendimientos que está haciendo pamplonas rellenas, hace esas cosas y esta entretenido”. “El futuro lo veo con mucho optimismo, es una fábrica que ya funcionaba bien, por eso decidimos invertir, y creemos que con una fábrica renovada, moderna, pero manteniendo el mismo producto la gente va a seguir apoyando. Vos vas ahora y no podes creer como cambió. Entonces somos muy optimistas”, indicó. De todas maneras aclaró que no fue una decisión tomada apresuradamente si no que se evaluaron los costos “y creemos que fue una idea acertada, un proyecto que va a dar sus frutos”.
Joaquín también habló sobre el flujo de clientes que día a día concurren al local y aseguró que “ese fue uno de los motivos principales por el que decidimos ampliar el local. Lo menos que podíamos hacer era darle más comodidad al cliente”. Sobre la fidelidad de los clientes enfatizó que “la gente prefiere esperar un poco, para conseguir su producto, y eso la verdad que es súper confortable”. Y si bien la pastería estuvo cerrada durante tres meses, mientras duró la renovación, los clientes regresaron apenas volvieron a abrir la puerta.
“Nosotros estamos constantemente probando sabores, aunque tenemos 10 o 12 variedades de ravioles que son los que siempre están. Pero hoy en día llevamos un control para saber cuáles son los preferidos. Por ejemplo, el domingo pasado presentamos un Sorrentino nuevo, de espinaca, queso dambo, pollo y puerro y volaron. Tenemos una gran variedad de sorrentinos y ravioles y ahí vamos viendo”, explicó.
Como parte de la renovación sumaron débito y plataformas de pago. “Hoy en día eso es fundamental”, expresó. Además destacó el amor por el trabajo y el esfuerzo que le transmitieron sus padres, a él y a su hermana. “Con esta renovación logramos cumplir un sueño de toda la vida. Mi padre peleándola siempre, mi madre también, sin días libres, yo lo recalco y lo llevo tatuado, el trabajo y el esfuerzo. Hoy en día ver la pastería como está, la verdad, para mí y para mi familia, mis padres, mi hermana, mi tía, es una felicidad enorme poder haberlo logrado. Y ahora a trabajarla, cuidarla y cuidar el producto que es lo que más importa”, terminó diciendo.
Quienes quieran visitar la cuenta de Instagram de la pastería su cuenta es @lapasteriadelchato. El local está abierto de Lunes a Lunes para poder atender la demanda del público.
“Con esta renovación logramos cumplir un sueño de toda la vida. Mi padre peleándola siempre, mi madre también, sin días libres, yo lo recalco y lo llevo tatuado, el trabajo y el esfuerzo. Hoy en día ver la pastería como está, la verdad, para mí y para mi familia, mis padres, mi hermana, mi tía, es una felicidad enorme poder haberlo logrado. Y ahora a trabajarla, cuidarla y cuidar el producto que es lo que más importa”
Joaquín Romero