El experimentado entrenador recuerda sus inicios en el básquet y su vínculo con Fray Bentos, contó sobre su formación permanente, haciendo hincapié en la importancia de hacerlo para mantener la vigencia.
El entrenador fraybentino, Miguel Volcan que actualmente dirige a Nacional de Montevideo habló con El Rionegrense sobre el pasado, el presente y el futuro. Con una vasta experiencia acumulada en distintos clubes, asegura que lo importante es estar en formación continua.
“Tengo mentalidad de formación continua, es muy simple, el que no avanza en la vida, atrasa. Entonces tenés que estar permanentemente formándote, pero no solo en el básquet, también en desarrollo personal, el hecho de ser instructor FIBA me ha hecho conectarme con gente de impacto en el mundo. Me sigo formando, sigo aprendiendo, no hay lugar para terminar de aprender”, afirmó.
“He tenido experiencias de crecimiento personal y profesional, tanto de competencia de básquet, en EEUU, en Italia, Brasil y en Argentina. En diferentes etapas de vida y como entrenador”, contó.
Su carrera se desarrolló en nuestro país, Argentina, Brasil, Perú, México e Italia. Sobre esos pasajes dijo que es difícil destacar unos sobre otros, pero de todas maneras afirmó “Te quedan sensaciones. Hace dos años el Campeonato en Aguada fue increíble, el haber estado de asistente en la Universidad de Indiana, haber compartido en la NBA en Miami Heat, no me puedo quedar con una porque son diferentes etapas de la vida. Tengo una mirada más general, no me quedo en una en particular”.
Sobre el campeonato de Aguada dijo que “tuvo de especial varias cosas, primero que fue un evento social. Fueron 7 partidos con estadio lleno de 10 mil personas, es difícil verlo desde México para abajo, en Sudamérica, 7 partidos de playoff con estadio lleno, fue un movimiento social importante”.
Volcan habló sobre cómo nació su vínculo con el básquet. “Mi vínculo con el básquet nació así, mi familia estaba vinculada al básquet en Anastasia, íbamos a jugar al básquet al campo de la Armonía o la cancha del Club Remeros de Mercedes, esos fueron mis inicios donde tome el gusto por este deporte, fue ahí desde la niñez. Fue una elección inconsciente de algo que siempre me gustó”. Allí en Anastasia es donde tuvo también su primera experiencia como entrenador.
En ese sentido dijo “Tengo contacto con Fray Bentos, yo no quiero perder mi origen y soy consciente de mi origen, pero a su vez mi mente cambió mucho por todos los años que yo he vivido en el exterior, entonces yo busco vivir en una proporción de 10, 80, 10. Es un 10% en el pensamiento en el pasado, 80% en el presente y un 10% en el futuro. Entonces me unen algunas cosas a Fray Bentos desde el punto de vista del sentimiento y algunas otras cosas, pero más que nada eso. Uno no tiene que dejar de tener presente desde el lugar donde salió, y donde vivió una parte de su vida”.
Y el presente de Volcan lo encuentra como entrenador de Nacional de Montevideo. “Ahora estoy en Nacional, yo radico mucho a Argentina, cuando no estoy viajando. En el 2020 estuve en Arabia Saudita, en el 2021 estuve en Dominicana y en Colombia”, contó.
Además habló del rol que tiene el entrenador. “El entrenador es un docente, el entrenador es un maestro. Hay diferentes palabras para definir, pero en el fondo sos un maestro que forma personas en valores y enseñás técnicas y tácticas bajo la presión de un resultado. Sobretodo vos tenés que enseñar, no solo para el juego, pero vos tenés que enseñar en valores, por más que yo siempre entrené profesional, no inferiores. Siempre fui entrenador de equipos profesionales desde que comencé, pero van mano en mano, el liderar y el dirigir. Pero siempre estas enseñando y siempre estas aprendiendo, en algún momento también sos alumno, aprendes de los jugadores, aprendes de la competencia, aprendes de los demás”, afirmó
Volcan considera que como entrenador es necesario adaptarse para dirigir a las nuevas generaciones. “Las nuevas generaciones son una generación de cristal, emocionalmente frágil. Son generaciones que influye como uno comunica, como uno se relaciona, no son generaciones del que, ahora es todo como, después de entender el cómo, recién podes ir al que. Para eso tenés que aprender de comunicación, de desarrollar otro tipo de habilidades, y también algunos métodos de entrenamiento cambian, aunque los valores son los mismos, la base, la matriz sigue siendo la misma”, manifestó.
También habló sobre el deportista en sí. “Los deportistas uruguayos se destacan pero depende donde pongas la medida, el jugador más destacable es el que a su habilidad la multiplica por esfuerzo y compromiso. Uruguay a estala con 3.400.000 habilitantes el fútbol es algo increíble en ese sentido porque hay una escuela de fútbol y siguen saliendo futbolistas de nivel, el básquet es otra cosa”, afirmó. Y agregó “Para mí el verdadero jugador que se destaca es el que vos le ves la habilidad, el potencial y llega a lugares más lejos de donde podía llegar y lo sostiene en el tiempo. Depende la formación y del límite que vos te pongas. Talento es habilidad por esfuerzo más compromiso. Es la habilidad que dios nos dio, por esfuerzo más compromiso. Uno compite contra uno mismo. La superación es con uno mismo, es personal”.
“Yo conozco dos formas de superarte, por intermedio del estudio o por intermedio del trabajo, no hay otra. Entonces esos son los verdaderos talentosos, los que se superan y hacen todo lo que pudieron para jugar a determinado nivel. Se ven muchos jugadores con determinada habilidad que al no tener relación el esfuerzo, no lo sostienen en el tiempo”, afirmó.
Sobre el impacto de la pandemia dijo que “En algunos momentos decidí pararme por la pandemia, hice cuarentena en Arabia Saudita, después me quede varado en Dominicana, pero la pandemia, yo creía que iba a cambiar, cambio alguna forma de trabajo, de relacionamiento, en términos deportivos creo que ha habido más que nada una evolución hacia otros métodos de entrenamiento, y específicamente en el básquet, donde algunas cosas son aplicables y otras quedan en la superficie, el tema de la relación con el esfuerzo, la concentración, el tema de prepararte para competir, cada vez hay menos preparación, desde todo punto de vista, el mental, físico y técnico. La relación con el esfuerzo no es permanente, se toca y se sale, es como lo está viviendo el mundo, mucho más rápido y en la superficie, no se va a la profundidad del conocimiento o la profundidad del ser mejor cada día, se vive mucho en automático y el básquet no escapa a eso”.
Sobre la selección uruguaya de básquet dijo que “A nivel de continente Uruguay compite, está en un proceso de renovación, tiene dos o tres jugadores que tocan a nivel importante que es Europa, en equipo de cierto impacto, que si al volver a Uruguay traen todo de lo que aprendieron seguro van a hacer mejor a los demás. Y el reflejo de la competencia interna te da un poco el nivel de la selección. Uruguay puede competir pero tiene límites. Acá si se va Batista no hay un pívot definido, como biotipo y como juego nos falta gente grande y velocidad”.