Por Miguel García.
Tendencia que crece y acerca al visitante a vivir nuevas experiencias
Uno de los sectores más castigados por la actual crisis es el turismo, y su recuperación estará ligada a lo local o a la proximidad como apuesta de la industria para recuperarse gradualmente de los efectos negativos generados por la pandemia del COVID-19.
Los turistas elegirán lugares menos masificados, dándole protagonismo a los pueblos y sus particulares encantos en todo el territorio, a través del turismo de proximidad o de cercanía, buscando experiencias inmersas en el lugar de destino, como disfrutar de la naturaleza, la riqueza local, la tradición y la cultura.
¿Qué es el turismo de proximidad?
Es una modalidad por la cual los turistas buscan explorar destinos turísticos más cercanos a su ambiente cotidiano, con propuestas y estadías más flexibles adaptadas a los fines de semana, feriados largos o días festivos.
Lo atractivo del turismo de proximidad es, que, siempre se encontrará un lugar al que ir a último momento para desconectar y fomentar la diversión de viajar de forma espontánea.
¿Qué ventajas tiene el turismo de proximidad?
Este tipo de turismo nos permite descubrir la cultura local y la gastronomía, generalmente el entorno más cercano es el más desconocido. Pasear por nuestra localidad, detenerse en los lugares más emblemáticos, degustar los sabores más característicos de nuestra identidad, son algunas de las experiencias que este tipo de turismo permite.
Ayuda a incentivar la economía local, visitar museos y monumentos, realizar senderismo acompañados de un baquiano, comer en los restaurantes, paradores y carritos u hospedarse en sus alojamientos, es la clave para impulsar la economía y apoyar a los emprendimientos locales.
Hacer turismo de proximidad es la forma más económica y cómoda de viajar sobre todo si se tiene pensado en hacer viajes durante el día.
Río Negro tiene un abanico importante de propuestas con fuerte identidad asociadas al patrimonio mundial, la cultura, la arqueología, la gastronomía y la naturaleza. Fray Bentos y su Paisaje Industrial, declarado Patrimonio Mundial por UNESCO, el balneario Las Cañas y la imponente vegetación nativa, Nuevo Berlín y las actividades en torno a la producción de miel isleña, San Javier y el acervo intacto de las costumbres rusas, junto a las propuestas de naturaleza en el área protegida, Parque Nacional Esteros de Farrapos e Islas del Río Uruguay, Young y el Museo Arqueológico de Río Negro, son solo algunas de ellas.
Reinventarse, es parte de configurar un nuevo menú de opciones de viajes que ofrezcan experiencias en localidades del departamento que ya cuentan con infraestructura y oferta, generando más oportunidades de desarrollo y expansión en toda la cadena de valor turística.
Es importante capitalizar el interés de viajar, poniendo en relieve propuestas asociadas a los destinos de Rio Negro, lo que generará un fuerte impacto en las economías locales y la mejora de los servicios.
El turismo tiene la capacidad de reactivar las economías locales, por su rol redistribuidor de recursos y de generar empleos con arraigo.
Apostar a las pequeñas localidades con visión integral es creer en su desarrollo para mejorar la calidad de vida y el arraigo de sus habitantes como anfitriones.