Si bien no tenía patologías, esto revela cómo la cepa P1 está causando desgracias en nuestra población. Hoy, jueves 29, se confirmó que una joven fraybentina de 32 años murió tras estar internada hace 20 días en el CTI de Salto, con diagnóstico de COVID-19.
En el núcleo familiar todos contrajeron el virus, pero su esposo, un militar del batallón Rincón, su hijo adolescente y los padres de la joven se vieron afectados pero cursaron la enfermedad sin problemas.
Un médico consultado por canal 11, explicó que la joven estaba embarazada de 6 meses y sólo presentaba sobrepeso. Este tipo de casos, muy tristes, deben hacernos tomar conciencia de la gravedad de la situación. Los médicos advierten que, con la presencia de la cepa Manaos, ha aumentado considerablemente la mortalidad entre personas obesas sin importar la edad.
Fuente: Canal Once.