Gary Neville ex jugador del Manchester United calificó como “pura codicia” la decisión de 12 importantes clubes de fútbol de establecer una Superliga Europea.
Este domingo se divulgó dicha noticia que causó un “terremoto en el fútbol de Europa”, tal como lo describió la BBC, ya que provocó el rechazo de la FIFA, la UEFA, federaciones y ligas nacionales e incluso autoridades de Estado.
Milán, Arsenal, Atlético de Madrid, Chelsea, FC. Barcelona, Inter de Milán, Juventus, Liverpool, Manchester City, Manchester United, Real Madrid y Tottenham Hotspur son los doce equipos más ricos de Europa, que se sumaron a la iniciativa de crear un torneo fuera de las competiciones locales y las continentales que son manejadas por los entes reguladores del fútbol profesional.
Casi de inmediato, se lo denominó como un torneo «separatista» por los entes mencionados anteriormente y quedó abierta a la posibilidad de sanciones.
Aleksander Ceferin presidente de la UEFA, la descalificó: «Nuestra competición [Liga de Campeones] es abierta. La Superliga es una competición cerrada (…) es una propuesta vergonzosa y egoísta. Es un escupitajo en la cara de todos los amantes del fútbol».
Quienes llevan adelante la iniciativa, sostienen que la pandemia del coronavirus generó «inestabilidad económica» para sus equipos. Aunque Emmanuel Macron, presidente francés, afirma que se trata de una «amenaza al principio de solidaridad y mérito deportivo», y Boris Johnson, primer ministro británico es otro de los líderes que se han mostrado en contra.
Los 12 clubes esperan que se incorporen otros y completar así un grupo de 15 «fundadores». Ningún cuadro grande de Francia o Alemania ha accedido de momento a la propuesta.
El Ajax de Holanda, finalista de la Liga de Europa 2016-2017 y con un extenso palmarés de logros deportivos, tampoco se adhirió a este grupo.
Los equipos más poderosos de Europa y su lucha contra la UEFA y la FIFA arrojan consecuencias inimaginables las que pueden afectar al fútbol de Sudamérica.
Si esta amenaza de tomar el poder se termina llevando a la realidad, porque no hay una marcha atrás y los 12 fundadores de la Superliga Europea terminan destruyendo a la UEFA la Champions League, inmediatamente se desatará una reacción en cadena en Sudamérica. Aún más, porque hace poco tiempo los grandes clubes también intentaron crear una Superliga que permitiese ganar más dinero que la Copa Libertadores.
El costo es tan grande, que FIFA se verá obligada a ser muy dura y estricta. Podrá mediar para que haya una negociación pero no podrá acusar la intimidación. La amenaza de desmoramiento del sistema es tan grande, debido a que la UEFA perdería fuerza y por consiguiente la Conmebol, que inevitablemente deberá tener una actitud poco agradable.