El control de las plagas es algo que preocupa a productores, científicos y organismos públicos tanto en el campo como en la ciudad
Son varias las especies de aves que dañan cultivos en Uruguay. Algunas fueron declaradas plagas y otras como “perjudiciales”.
Dentro del primer grupo está la paloma torcaza o paloma de monte. Es un ave más bien pequeña, de plumaje gris y marrón.
Y no hay vuelta: esta paloma es un dolor de cabeza para los productores nacionales. Aunque no es completamente su culpa. Las plantaciones se vienen extendiendo en la zona que ellas habitan y eso está generando problemas.
Tanto es así que desde hace ya unos años, la bióloga Lourdes Olivera integra un equipo que trabaja en el aviario del Ministerio de Ganadería buscando reducir las poblaciones de esta plaga.
«Nuestro proyecto es el uso de contraceptivos en paloma torcaza.Un contraceptivo es un producto que se le suministra a un animal para disminuir sus parámetros reproductivos. Es como un anticonceptivo. Esta especie es un problema en cultivos agrícolas y en encierros de ganado donde se les suministra ración. Ella come granos plantados por los productores como trigo, sorgo, cebada, girasol», explicó la bióloga Lourdes Olivera.
En definitiva lo que quieren hacer es controlar o regular la reproducción de la especie, es decir que haya más o menos ejemplares en los cultivos. «Hay medidas que protegen el cultivo, pero si la población es muy enorme esas medidas empiezan a fallar. Entonces se busca manejar el tamaño poblacional para manejar el daño que son las pérdidas que tienen los productores, que es el fin último», agregó Olivera.
Hasta hace pocos días, estas jaulas albergaban a 22 parejas de palomas sobre las que se estudió la eficacia del contraceptivo. Para eso, hubo que lograr que se reprodujeran. Y con ese objetivo se diseñaron nidos artificiales para generar las condiciones ideales para el apareamiento.
«El contraceptivo que se le da suprime la reproducción y si se deja de usar, las palomas vuelven a sus parámetros anteriores. Es decir, si algo sucediera que se ve que las poblaciones bajan mucho se suspende el suministro y es como el contraceptivo femenino, vuelve la fecundidad», explicó la bióloga.
Esas 22 parejas de palomas sirvieron para monitorear la eficacia del contraceptivo. Vale remarcar que el experimento sigue y todavía no hay resultados completamente concluyentes. Es una técnica que se importó de otros países que ya vienen experimentando con el contraceptivo.
Uruguay no es el único país que intenta mantener controlada la plaga de palomas torcazas. Pero, ¿cómo fue que los científicos uruguayos fueron a parar con la técnica?
El tema de contraceptivos para manejo de fauna se usa en varios países, como EEUU y Europa. Es la primera vez que se usa en Uruguay y en la región no tenemos antecedentes de que se esté utilizando», explicó Olivera.
Este contraceptivo es formulado exclusivamente para estos fines. «Este que estamos probando es uno para paloma doméstica de plaza que vemos en las ciudades», explica Olivera. En Estados Unidos se vende para usar en las ciudades, así como también en Europa. En Canadá se utiliza para los gansos. Olivera explicó que no representa ningún daño ni para la salud humana ni para el resto de la fauna y flora donde se experimenta.
«Es un producto que se elimina del cuerpo del animal rápidamente. El ingrediente activo, que es el que causa el efecto, es insoluble en agua entonces eso le da buenas propiedades de no ser digerido por otras especies a posterior», agregó la especialista.
Una vez que la mezcla está lista, los científicos la instalan en plataformas de nylon y madera distribuidas en puntos estratégicos.
Las estaciones se monitorean con cámaras trampa que permiten obtener más datos sobre las palomas. Con toda esa información y el trabajo en campo, los investigadores esperan poder seguir avanzando y terminar aplicando la técnica a gran escala en el territorio.
Fuente: Telemundo.