Finalizó el programa Escuelas de Verano el pasado jueves 4 de febrero. Fueron parte de este programa 135 centros educativos de todo el país, donde participaron 9.300 niños, 540 docentes y 300 funcionarios de apoyo. Graciela Fabeyro, directora del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), destacó los altos niveles de asistencia, el compromiso de los estudiantes y el fortalecimiento de los aprendizajes en los sextos años para alcanzar la promoción.
En Colonia Malvín también también se realizó un cierre oficial de actividades al cual acudió presencialmente Dora Graziano y otras autoridades de la educación. En el contexto de emergencia sanitaria, la propuesta fue desarrollada como una continuación del año lectivo escolar, con mayor dedicación hacia los sectores de mayor vulnerabilidad, para fortalecer los aprendizajes en lengua, matemáticas, habilidades socioemocionales y pensamiento científico, lo que se concretó en simultáneo con propuestas lúdicas, deportivas y artísticas. Además, se brindó el servicio de alimentación para todos los participantes, que incluyó la copa de leche y el almuerzo, en función de las necesidades originadas debido a la pandemia.
Fabeyro comunicó que este año se presentaron 142 proyectos, de los cuales las inspecciones departamentales seleccionaron 135 en base al cumplimiento de los protocolos sanitarios y con una destacada impronta comunitaria. Asimismo calificó este ciclo de Verano Educativo como altamente positivo, porque fortaleció aprendizajes comprometidos en el año escolar y, además, porque los centros educativos brindaron especial apoyo a todas las familias que se acercaron, incluso a exalumnos que sintieron la necesidad de “estar en la escuela”. En ese sentido, destacó la importancia de los centros educativos en la construcción de identidades y de subjetividades y, en particular, la escuela pública como lugar de convocatoria democrática.
La directora general también destacó el trabajo de los equipos de los centros que “se atrevieron” y tomaron el desafío de instalarse en las escuelas en verano y con el crecimiento exponencial de la pandemia, con el objetivo de acompañar a los niños en situación de vulnerabilidad. “Hay que reconocerlos profesional y humanamente, porque son actos de gran solidaridad con la sociedad uruguaya”, asintió.
Graciela hizo hincapié en los índices de asistencia, que en esta edición fueron mejores que en años anteriores, y lo atribuyó a la propuesta de extensión pedagógica que se agregó. “Yo creo que los niños han ido internalizando que, en esta época tan difícil, ellos tienen que estar comprometidos y aprovechar estos espacios que les brinda la sociedad uruguaya”, finalizó.