Por Javier De León.
En mayo de 1981, casi cuarenta años atrás, la interna de Nacional tuvo una revolución. Al retorno de Estados Unidos, se conoció que un episodio ocurrido en Los Angeles, decidió a los técnicos Juan Martín Mujica y Esteban Gesto a separar de los planteles a Waldemar Victorino y Washington González.
Victorino en ese momento era, salvando las distancias, Luis Suárez hoy. El impacto fue tremendo. Victorino llegaba luego de un año espectacular. En agosto del 80 su gol le dió el título de la Libertadores a Nacional ante el Inter de Porto Alegre. En enero, otro cabezazo suyo coronó a Uruguay campeón de la Copa de Oro ante Brasil. Y un mes después, su gol en Tokio le dio la Intercontinental a los tricolores ante el Nottingham Forest.
El final de la historia lo hacemos cortito. Nacional se fue cayendo, perdió el Uruguayo 81, quedó fuera de la Libertadores y a fin de año se terminó el ciclo Mujica- Gesto. En el 82, volvió Victorino al plantel, con otro técnico, pero ya no fue lo mismo.
A fines de este 2020, otro impacto tremendo en la interna de Nacional. Aquel domingo de diciembre, luego del clásico, doce jugadores participaron de una fiesta sexual con tres mujeres contratadas y alojadas especialmente para esa noche. Varios de esos futbolistas, que no fueron identificados por la Directiva tricolor, tenían contrato hasta fin de año, y no se lo renovaron, con lo cual quedaron fuera del plantel para este 2021.
Gonzalo Bergessio, capitán del equipo, en declaraciones públicas se desmarcó de lo sucedido. “Pregúntenle a los que participaron”, dijo palabras más, palabras menos,
La cuestión es que es el capitán del equipo, y su actitud no cayó bien. Porque además, desde la interna del club, lo señalan como uno de los participantes de la fiesta, lo cuál lleva a quiebres dentro del plantel.
Como uno no cree en casualidades, sino en causalidades, en las últimas cinco horas de fútbol, Nacional hizo un sólo gol, Bergessio lleva una decena de partidos sin visitar la red, no crea fútbol, y se trasunta un malestar a esta altura evidente.
Hace 40 años Victorino quedó fuera del plantel, y el resultado deportivo posterior fue malo. Ahora, Bergessio fue confirmado como capitán, pero ello no asegura el éxito deportivo. Más aún, a juzgar por este comienzo de año, este Bergessio, de gran actuación al punto tal que lo catalogamos hace un par de meses como el mejor delantero argentino que llegó a Nacional luego de Artime, este Bergessio, está lejísimo de su mejor momento, el tricolor de Giordano juega a muy poco, y la punta de la Tabla Anual empieza a peligrar. Sólo puede salvarlo la mediocridad del resto.