Por Pablo Delgrosso Abrinis
Dentro de los cambios que nos trajo el covid-19, luego del 13 de marzo, uno de ellos fue la postergación de las elecciones departamentales y municipales que estaban previstas para el 10 de mayo y fueron post puestas para el 27 de setiembre.
A aquél momento estábamos entrando en la recta final de la campaña departamental, luego del parate, estamos por estos días arrancando nuevamente, ahora de cara a setiembre.
Esta campaña electoral que me tiene nuevamente como uno de los candidatos del Partido Nacional, me trae en forma permanente recuerdos de lo que fue la campaña departamental de mayo de 2015, y me trae también a la memoria varios de los planteos, promesas y compromisos que el Frente Amplio y su actual candidato, Terzaghi, hicieron en aquél momento, uno de ellos fue que iban a ordenar las cuentas de la Intendencia.
La realidad, 5 años después, en este como en otros tantos temas, es muy otra.
Días pasados el Ejecutivo Departamental envió a la Junta Departamental la Rendición de Cuentas del año 2019, y los números que arroja son realmente preocupantes, marcan un déficit anual – para el año 2019 – de 112,5 MILLONES DE PESOS y un déficit acumulado de 366 MILLONES DE PESOS.
Es decir que, traduciendo al lenguaje común de la gente, en el año 2019 la Intendencia gastó por encima de sus ingresos nada menos que 112,5 millones de pesos (algo así como casi 3 millones de dólares). La casualidad es que lo hizo justamente en pleno año electoral, y deberemos esperar que nos depara la Rendición 2020 – con elecciones departamentales de por medio – cuyos datos conoceremos recién el año próximo.
Quiere decir también que esta gestión, que prometió orden y prolijidad en las cuentas departamentales, aumentó el déficit acumulado – según la Rendición de Cuentas que envió el Ejecutivo – en un porcentaje alarmante y lo llevó a 366 millones (173 millones más que al cierre de 2015); y la cosa no termina ahí, el total del pasivo según la propia Rendición al 31/12/2019 asciende a 494 MILLONES de pesos (al cierre de 2016 ascendía a casi 287 millones).-
Será por eso que esta Rendición se entregó en absoluto silencio, lejos de algunas otras como la 2016 donde se convocaba a la prensa para comunicar los resultados, y será por eso también que desde la Rendición del año 2017 inclusive, se espera en la Junta Departamental la comparecencia del Director de Hacienda para intercambiar, discutir y aclarar estos números.
Estos resultados se dan además en el marco de un período de gobierno que finaliza, en lo que a obras se refiere, con poco más que aquéllas previstas en el Fideicomiso de Obras aprobado en el período anterior, las cuales, pese a contar con el dinero para su ejecución desde el día mismo que asumieron, se están inaugurando a las apuradas por estos días – Edificio Stella D`Italia o éx Cine Stella para nosotros –, o están aún sin inaugurar – Terminal de Young -.
Por eso decimos que el resultado de esta gestión termina siendo tan deficitario en los números como en las obras; pero será la gente la que en definitiva deberá en última instancia analizar y evaluar, con la mayor información posible, la gestión y las propuestas a la hora de decidir el voto que determinará el futuro del departamento para los próximos cinco años.
Lo que queda claro es que los números y la situación que la Intendencia nos plantea es más que preocupante.