Por Ec Angel Pavloff Marroni
Cuando comparamos números de distintos años no podemos hacerlo directamente, pues tenemos la dificultad de que el poder del dinero se va deteriorando en la medida que la inflación se incrementa año a año. Para poder hacerlos comparables debemos hacer que todos esos números sean equivalentes en términos de su poder de compra, o como se dice en economía, sean comparables en términos reales.
De acuerdo a este análisis, la recaudación en estos últimos 15 años se multiplico por 2 en términos reales (pasando de 268 a 539 millones aprox. a precios del 2005). Dicho de otro modo, la intendencia puede comprar 2 veces más cosas hoy de lo que podía comprar en 2005, es una intendencia 2 veces más rica.
Esto se vio reflejado en una capacidad que tuvo cada gobierno de incrementar su presupuesto (gastar más) en relación al quinquenio anterior y sin necesidad de generar déficit de 90 millones de pesos adicionales. Reitero, cada periodo de gobierno pudo incrementar 90 millones el presupuesto del gobierno anterior sin generar déficit alguno.
Para los tres periodos analizados, el incremento real presupuestal fue de más de 270 millones de pesos (a precios 2005).
Esto ocurrió básicamente porque los ingresos de origen nacional no pararon de crecer en cada uno de los quinquenios. Salvo en el último, donde el crecimiento se explica en mas por un incremento de los ingresos de origen departamental (especialmente Patentes e Imp. General Municipal).
A pesar de este enorme incremento de los ingresos de la Intendencia, la Rendición de Cuentas arroja para el año 2019 un déficit de más de 112 millones de pesos y un déficit acumulado de más de 366 millones (a precios corrientes de 2019). Este déficit acumulado, llevado a valores del 2005, nos da un aproximado de 126 millones de pesos.
En conclusión, tenemos una Intendencia 2 veces más rica que la de hace 15 años, que quinquenio a quinquenio vio incrementar sus ingresos y aun así la Intendencia termina estos 15 años con un déficit record. No hay familia o empresa privada que logre resultados tan desalentadores a menos que haya habido una catástrofe.
¿Cómo es posible llegar a este pésimo resultado? Nosotros debemos ser justos y objetivos, la responsabilidad no es de este Gobierno únicamente, es una responsabilidad compartida por las ultimas 3 administraciones, tanto las dos blancas como la última frenteamplista.
Hemos estado escuchando las campanas que suenan y todos cantan los mismos acordes. Sin embargo, por más que se diga, en esto los números no mienten y el resultado final lo dice todo, no hemos gestionado adecuadamente los ingresos de la Intendencia.
Durante este mismo periodo las inversiones quedaron en promedio en 14,5 % de todos los gastos, siendo el 85,5% restante destinado a Gastos de Funcionamiento y Retribuciones. Se llenaron vacantes y se crearon nuevos cargos y entre las tres administraciones ingresaron a la intendencia entre 1.300 y 1.400 personas más.
Como resultado de estas malas gestiones, la intendencia no tiene capacidad de hacer obras de magnitud con ingresos. Las obras más importantes con las que hacen gárgara nuestros gobernantes, como la Terminal de Young, el Vertedero de Fray Bentos, el cambio de las luminarias, el Barrio Guerra de Young, el Teatro Stella de Fray Bentos, el Arroyo la Esmeralda y muchos otros proyectos solo fueron posibles con el fideicomiso, o sea deuda. Son obras que fueron posibles gracias a todos los partidos políticos pero que en definitiva son otra muestra de la incapacidad de aprovechar los ingresos que hemos tenido.
Lamentablemente no solo no hemos logrado que esa avalancha de ingresos llegue a los contribuyentes y ciudadanos del departamento a través de obas financiadas genuinamente, sino que seguimos en la senda del déficit.
Debemos enfocar nuestra estrategia de otra forma y eso es lo que proponemos nosotros. Hay que fijar metas de inversión y armar el presupuesto y la burocracia acorde a esas metas. Si no incrementamos la inversión financiada genuinamente, no solo no vamos a parar el déficit, sino que seguiremos llegando tarde y mal con los servicios que presta la intendencia.
No podemos seguir postergando a los ciudadanos.