Por Javier de León
El 31 de diciembre de 2025 vence el contrato que vincula a la empresa Tenfield con la Asociación Uruguaya de Fútbol, por la que esta le cede los derechos de TV del fútbol uruguayo.
Así, en dos palabras, el año que viene vencen los Derechos de TV. Entonces, la Madre de Todas las Batallas crece en intensidad, y la guerra se hace más caliente.
Nada es casual
El final está a menos de 24 meses, porque hace 8 años que no se renueva el contrato entre AUF y Tenfield. La última firma data del 24 enero del 2016, que llevó el final a 10 años por delante. Igual modus operandi se había desarrollado en el pasado a la última firma. La zanahoria siempre quedaba allá lejos, a una década de distancia. Tiempo más que suficiente para seguir zurciendo poder, acumularlo, y asegurarse otra renovación de contrato más.
Los primeros lazos entre Tenfield y la AUF fueron en marzo de 1998. El primer contrato se firmó a fines de ese año, para hacerse operativo desde el 1 julio de 1999. Ah, a diez años de vigencia, obviamente.
No es tema de buenos y malos. Hay cuestiones claras, y no son tema de buenos y malos.
El precio de los Derechos de TV ha ido en aumento a medida que avanza el tiempo.
Para ser gráficos: en marzo de 1994, cuándo Carlos Maresca asumió la presidencia de la AUF, se reunió con Casal y dirigentes de Nacional y Peñarol.
Casal ofreció entonces a cada equipo grande, US$ 330.000 por año, por concepto de los derechos del futbol local, y la primera fase de Copa Libertadores y Supercopa.
Asumamos que sólo los derechos locales valían entonces US$ 250.000
Hoy, cada grande, debería estar recibiendo US$ 7.500.000 por año.
Conclusión: en 30 años, el precio se multiplicó por 30.
Segunda conclusión obvia: en esas circunstancias, lo que sirve es comprar a largo plazo, lo que hizo siempre Casal, y el mal negocio es vender y fijar el precio a largo plazo, lo que hizo siempre la AUF.
Un Modelo Diferente
Hoy, hay un Modelo diferente, que es el aplicado en las actuales Eliminatorias. La AUF, dueña del producto, el partido de fútbol, lo produce, y lo comercializa directamente a los cableoperadores, y en algunos directamente al consumidor final, a través del streaming. Ese es el Modelo que se viene para el fútbol local.
Antes, pasarán licitaciones, declaraciones, fuego cruzado, números, versiones. Un aquelarre perfecto. Es la Madre de Todas las Batallas.
Pero al final, ojalá, los clubes del fútbol uruguayo reciban a partir del 2026 lo que genera comercialmente los partidos de fútbol que organizan.
Las dos puntas están claras: de un lado el club y la organización del partido de fútbol, y del otro, el hincha, consumidor del producto.
Sólo falta que el dinero que uno paga, el otro lo reciba. Y que no desaparezca en la intermediación. Pequeño detalle.