Por Javier de León.
Qatar 2022 marcará un mojón, un cierre. Para la generación que viene desde Sudáfrica 2010, será el final de un camino para varios de casi, o más, década y media con la celeste.
Oscar Tabárez ya no está más. Diego Godín, el capitán, Luis Suárez, Edinson Cavani, Fernando Muslera y quizás Martín Cáceres, aún persisten, y cerrarán su trayectoria con la selección uruguaya en poco más de tres meses.
Pero los finales no siempre son novelas perfectas, con el héroe regalando una rosa a la heroína, y un beso eterno coronando la imagen.
Luis Suárez no encontró el camino que buscó luego de su salida de Atlético de Madrid. Quería un club europeo, español preferentemente, con un contrato corto, y con posibilidad de salida en el 2023, para luego recalar en la MLS estadounidense.
Pero todos los objetivos juntos no eran fáciles de cumplir, y embretado en sus propias palabras, terminó recalando en Nacional.
Ahora, ya sin competencia internacional, tendrá que aprovechar los partidos de cabotaje para acelerar el ritmo y quedar en ritmo de competencia de una Copa del Mundo.
Tuvo una buena: completó 90 minutos el domingo ante Liverpool en Belvedere, después de más de seis meses sin jugar un partido completo. Todavía no está fino para la definición, pero su visión de juego, para ser más un asistidor que un goleador, creció enormemente en sus años europeos, y marca diferencia.
DIEGO GODIN, DOLOR CRÓNICO
Diego Godín se vino para Sudamérica a comienzos del 2022, pero casi no jugó en el Atlético Mineiro. A mitad de año, decidió apostar por Velez Sarfield, pero sigue jugando muy poco. Una tendinitis casi crónica le impide entrenar y jugar con normalidad. Y tampoco hay plazos concretos para su recuperación.
Es posible que deba convivir con ese dolor, si quiere llegar al Mundial. Pero no es la situación ideal ni de cerca. Más aún, el gran capitán de los últimos ocho años corre serio riesgo de no ser titular en la Copa del Mundo.
Edinson Cavani no termina de resolver su futuro. Las opciones de España no cierran, la oportunidad de Boca se encargó el propio Edi de cerrarle la puerta, y ahora se habla de Francia.
Se sigue entrenando en solitario en el Complejo Celeste, lejos de las Ligas que ya han iniciado competencia. Hay momentos en que da la sensación que tiene toda la intención de cerrar su carrera deportiva, y si no lo hace es porque la tentación de jugar un cuarto Mundial y cerrar allí la competencia, es muy fuerte.
Es otro que a menos de cien días de Qatar está lejos de la actividad ideal para un futbolista de 35 años que pretende jugar un Mundial.
Fernando Muslera sigue en Turquía, pero ya no es golero titular, puesto que perdió a manos de Sergio Rochet.
Por último, Martín Cáceres, también se entrena en el Complejo Celeste, aparentemente aguarda un llamado de la MLS en Estados Unidos. A la propuesta de Peñarol no le responde definitivo, aunque quedó embretado en sus palabras cuándo manifestó meses atrás que en nuestro país sólo jugaría en Defensor Sporting.
LA REALIDAD ES TOZUDA
Quisiéramos otra situación, pero la realidad es tozuda. En un Mundial bisagra para Uruguay, con una generación que se está yendo, y otra más joven que viene para tomar la posta, no será sencillo.
Los ídolos ya no responden igual, porque el físico pasa factura.
Sepamos con lo que nos vamos a encontrar antes del Mundial, para gestionar nuestras emociones y expectativas con equilibrios básicos. En caso contrario, las frustraciones pueden ser inmensas.
Los ídolos tienen pergaminos que nadie les quitará. Pero no se juega solamente con los pergaminos. Están en el final de su carrera, y el Ocaso de los ídolos, siempre es complicado.
Para ellos, y para nosotros.