Por Edila Karina Sanchez – 1001 FA- Río Negro.
El 26 de noviembre se cumplirá exactamente un año de la asunción del Partido Nacional al Gobierno Departamental bajo el liderazgo del Dr. Omar Lafluf cuya estrategia de campaña fue agitar el lema “Vuelve la Esperanza” y un programa de gobierno poco creativo de 300 páginas de expresiones de deseos sin objetivos claros y escazas obras concretas.
Pero el pueblo es soberano y eligió. Hoy desde el rol de oposición que llevamos responsablemente, comprometidos con el crecimiento y desarrollo de nuestro querido departamento vemos que nada se ha materializado de todas aquellas promesas y lejos ha quedado aquello de “Vuelve Lafluf. Vuelve la esperanza”.
Lafluf enfoco todas sus energías en desacreditar a la administración anterior saliendo día tras día a los medios de comunicación tratando de instalar en la opinión pública la idea de que había recibido una intendencia fundida, 12 meses después la intendencia sigue funcionando, y sorpresa, se duplicaron los cargos de confianza y se ha incorporado personal a la vieja usanza de Lafluf, mediante el clientelismo político más perverso, usando estrategias de persecución para hacer lugar y pagar promesas de campaña con “Changa” en la intendencia.
Por otra parte, los cargos de confianza que hacen a su equipo tienen poco de solvencia técnica, se desempeñan con poca creatividad y efectividad, agravado por un débil liderazgo del intendente, la falta programa, organización y planeación lo que llevan a una gestión magra, sin grandes aportes que marquen significativamente el desarrollo del departamento y el bienestar de nuestra gente.
La agenda política del gobierno departamental va del escándalo al bochorno donde lo que trasciende como noticia son desde incidentes con armas de fuego donde nada queda claro, audios con graves acusaciones por parte de un funcionario de confianza sobre miembros del ejecutivo de gobierno, que luego se desdice en declaraciones con una pobres explicaciones, subestimando a la ciudadanía y por último cese y no renovación de contrato de más de 170 funcionarios y funcionarias en forma abusiva y arbitraria bajo una explicación generalizada de bajo rendimiento que tiene más de excusa que fundamento.
Así estamos en Río Negro, ante una administración estancada, sin proyectos y sin obras concretas, sin rumbo claro, donde echarle la culpa al frente ya no rinde. Sin duda que el exceso de confianza en la experiencia, sumado al ego desmedido del intendente que lo hace colocarse en el centro de todo y la falta de equipo han convertido a la intendencia en un Reality Show, donde cada semana cada capítulo es más paupérrimo que el anterior. Sin duda que los rionegrenses lo hayamos votado o no a Lafluf merecemos mucho más que esto.