Corría fines de agosto de 2019 cuando aquel puñado de chicas devotas del handball saltaban a la cancha a dar sus primeros pasos sin imaginar lo vertiginoso que sería todo, por aquellos tiempos las canchas del Jota 3 y de Centenario eran testigos de la construcción grupal, luego llegaron amistosos en la ciudad de Young y más tarde, en diciembre, la conformación de la primer comisión directiva.
Llega Romario Santellán y junto a él Carolina Sierra para orientar y dirigir, porque para seguir creciendo era necesario pasar del partido entre ellas a un sistema de entrenamiento físico y técnico-táctico, fueron muchos entrenamientos y la rutina de tres veces a la semana ya convive en este equipo, de todas maneras a veces hay tiempo para meter algún entrenamiento extra los fines de semana también.
Cuentan que las reglas de juego van modificando y es necesario adaptarse, la corpulencia física no lo es todo porque están convencidas de que se puede hacer diferencia teniendo buena lectura del juego, es más, quienes son capaces de hacerlo se transforman en referencia dentro del equipo, sienten que los exigentes entrenamientos frente masculinos les ayudaron a estar preparadas para lo difícil y los asienten todas en sus expresiones gestuales.
Pasaron 20 años y aun quedan algunas sobrevivientes de tiempos de representación nacional en torneos internacionales y en el imaginario siempre el “lindo haberlo vivido para poderlo contar”, fue un largo paréntesis que se cerró con ganas de que no se abra jamás, aquellas experiencias vaya si contribuyen en la formación de las nuevas generaciones porque en este equipo comparten juego chicas que van desde los 17 hasta los 50 años.
Hoy la Institución Atlética 18 de Julio las cobijó y están seguras que podrán entrenar a pesar del sol y de la lluvia, se sienten a gusto allí, porque para poder estar a la altura de cualquier circunstancia deben de tener asegurados sus tres entrenamientos semanales y además que ello no implique esfuerzos económicos demasiado importantes para el grupo y para cada una de ellas individualmente.
Las 30 integrantes del plantel son capaces de ponerse al hombro el equipo en lo institucional y es que ellas mismas se hacen tiempo para el doble rol de directivo-jugador, hoy llegan a cerca de 200 socios, el plantel crece y eso las pone felices, son conscientes que los resultados deportivos ayudan para que esto suceda.
En el horizonte deportivo están el cierre del regional oeste y la posibilidad cierta de estar en Nueva Helvecia en diciembre disputando la Liga Nacional de Clubes con la ilusión intacta de ser protagonistas nuevamente y en lo institucional el sueño casi realidad de la sede propia en calle Mendoza, la obtención de la personería jurídica y el sueño de la tan ansiada cancha de 20 x 40 mts. Para poder entrenar y jugar en todos lados con las mismas dimensiones.
Hay mucho talento y hay muchos pulmones que marcan de que nada es imposible, el sentimiento por lo que hacen se nota en sus rostros, hoy mientras conversábamos acondicionaban el salón, en cada frase pareciera que están jugando un partido y también con la convicción de que “hay Valkirias para rato”.