Desde febrero de este año, el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) viene anunciando que dejaría de cumplir su actual rol asesor. El trabajo que ha demandado este año intenso de pandemia, ha generado un gran desgaste en el equipo con más de 40 investigadores, que lo conforma.
Se creía que, más avanzado el proceso de vacunación, el GACH podía dar por terminado su trabajo, pero las cifras actuales a causa de la variante P1 no lo han permitido. Los informes emitidos por el GACH en el mes de febrero y marzo recomendaron una ampliación de las restricciones.
En ese sentido, el GACH entendió que muchas de esas sugerencias no fueron contempladas y así lo hicieron saber. Semana tras semana, las tensiones con el gobierno por el enfoque dado a la situación y el diagnóstico actual del país, se fueron haciendo más evidentes.
En una entrevista con el semanario Búsqueda, Radi demostró su molestia, dijo entre otras cosas que el control de la pandemia no se realiza «tocando una cosita u otra cosita» y sugirió que las estadísticas y la experiencia internacional indican que «hay que apagar», en alusión restringir la actividad económica y a la necesidad de limitar la movilidad, declaraciones que no fueron bien recibidas por el gobierno.
Esa semana, el presidente Lacalle Pou habló sobre la relación con el GACH y la forma en que el gobierno ha escuchado los informes científicos. Uno de los pilares de esa argumentación fue que el gobierno siguió 24.5 de las 27 medidas sugeridas.
Este jueves, se informa que la «cúpula del GACH está preparando un fin de ciclo” y que quiere una «salida elegante» consistente con el buen trabajo conjunto que se ha desarrollado en estos 15 meses.
Al respecto, Radi indicó que se llega a este punto “considerando que un enorme número de herramientas y recomendaciones ya fueron desplegadas”.
También menciona “86 informes publicados” y la “participación en varias comisiones con el Ministerio de Salud”.
Radi dijo que “ha servido para disminuir la incertidumbre en cuanto a la prevención, el diagnóstico, el tratamiento, la vacunación y la mitigación” de la enfermedad.
Se está buscando “una salida que honre y sea consistente con la calidad del proceso realizado, que jerarquice el rol de la ciencia para el futuro del país”, afirmó. Será comunicada «en breve y en forma acordada».
A partir de la actuación del GACH y de la activa participación de investigadores durante la pandemia, Radi entiende que el país tiene “dos deberes” en el “cortísimo plazo”.
Según él, uno es definir cuál es la gobernanza de la ciencia en el Uruguay. Hay una discusión de fondo sobre el rol institucional de la ciencia en el Estado uruguayo”.
El segundo tema es la financiación. “Acá hay un rezago histórico que nos deja en un lugar incómodo, injusto, y que no permite generar propuestas superadoras. El techo nos golpea la cabeza“, culminó.