Marinatech es un nuevo material biodegradable y traslúcido, lo suficientemente flexible y maleable como para competir con los envases plásticos de un solo uso. El invento recibió el premio James Dyson Award 2019, recibiendo más de 30.000 euros de premio.
Alrededor del 40% de todo el plástico para embalar que se produce en todo el mundo es de un solo uso, lo genera que este material sea una amenaza constante para la salud de nuestros ecosistemas acuáticos. La Fundación Ellen Macarthur estimó que si no hacemos nada para frenar esta contaminación, en 2050 el peso de los residuos plásticos de todo el mundo superará al de todos los peces.
Esta emergencia medioambiental fue el motivo principal para Lucy Hughes, de 24 años de edad, licenciada en diseño de materiales por la Universidad de Sussex, para desarrollar un nuevo material biodegradable que pueda competir con los envases de plástico que utilizamos cotidianamente. Su solución: un material biodegradable fabricado a partir de un material también muy común, aunque desechable: los restos de pescado.
Marinatech fue como denominó su invento. Es una alternativa ecológica capaz de descomponerse de forma natural en un tiempo récord de entre cuatro a seis semanas. Además, es traslúcido y resistente, lo que lo convierte en un sustituto viable a cualquier tipo de envase de plástico.
La iniciativa surgió en una planta local de procesamiento de pescado a la que Hughes acudió para investigar el potencial de los desechos de este animal. En primer lugar, le llamó la atención la capacidad de algunas partes del pescado, como la piel o las escamas, para producir nuevos materiales, debido a su gran flexibilidad y resistencia. Luego aplicó aglutinantes orgánicos a los desechos para poder ‘modelar’ el material. La ingeniera necesitó más de 100 intentos antes de dar con un material lo suficientemente traslúcido y dúctil como para competir sin problemas con los plásticos biodegradables de un solo uso que dia tras dia forman parte de nuestro consumo.
Soluciones para un problema global
«Los ingenieros jóvenes tienen la pasión, el conocimiento y la inteligencia necesarias para solventar uno de los problemas más grandes del planeta. Básicamente, solventamos dos problemas a la vez: la ubicuidad del plástico de un solo uso de los desechos de pescado», expresó Hughes, quien afirmó esperar la oportunidad de futuras investigaciones que desvelen los posibles usos de este nuevo envase, asegura que «actualmente no tiene ningún sentido seguir fabricando productos de plástico que tengan una vía útil de menos de un día».
Hughes se encuentra en proceso de búsqueda de financiación, para poder probar la resistencia de este producto y estudiar hasta qué punto es viable fabricarlo en masa. Su esperanza es que su nueva creación se convierta en una alternativa factible y sostenible a los envases de plástico que usamos en nuestro día a día.
Video Marinatech: https://youtu.be/5idh3oloOWg
Fuente: National Geographic.