Suena el teléfono y una voz te dice que estuviste en contacto con un caso positivo de Covid 19, debes aislarte y realizarte un hisopado. A muchos rionegrenses les pasó, fueron contactados por los rastreadores del MSP que han trabajado incansablemente desde el 13 de marzo para tratar de contener la pandemia y no perder el hilo epidemiológico.
Mucho se habla del rol del personal de la salud y la importancia que han tenido en esta pandemia por el Covid 19. Pero existen también otro tipo de héroes no tan conocidos que su tarea se ha vuelto esencial para mantener en control la enfermedad.
Desde comienzo de la pandemia las distintas autoridades han hablado de la necesidad de no perder el hilo epidemiológico e identificar a los contactos de los casos positivos para aislarlos, testearlos y evitar nuevos contagios.
“Esto es como un incendio, hay que llegar rápido con el camión de bomberos y rápidamente tener cerca la fuente de agua para apagar el incendio. Hay que hacer un cortafuego para que no se propague. Eso son los rastreadores. Aumentamos rastreadores, y más test”, dijo hace un par de semanas a El País el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado para graficar la situación.
En Río Negro, en una sala de la dirección departamental de Salud un equipo de trabajadores se encarga de realizar esta importante tarea. Las últimas semanas los han tenido muy ocupados. Río Negro ha tenido pocos casos en comparación con otros departamentos del país pero desde fines de diciembre las cifras han aumentado, no solo en casos, sino también en brotes, donde cientos de personas debieron ser hisopadas. Es ahí que el rol de los rastreadores es primordial para evitar que el contagio sea mayor.
Aquí trabajan cuatro personas, tres en Fray Bentos y una en Young. Ellos llaman a los contactos de los positivos, les piden que se aíslen y coordinan la realización del hisopado. Es por esto que para mantener la enfermedad bajo control, su trabajo se volvió fundamental. La cantidad de rastreadores en todo el país ha ido en aumento de acuerdo al paso del tiempo y el aumento de casos. En un principio solo había seis personas en Montevideo, y en el interior una persona por departamento dedicada a esta tarea.
Consultado por El Rionegrense el director departamental de Salud, Andrés Montaño dijo que “el rol de los rastreadores es localizar contactos de positivos, identificar que son contactos, diagnóstico no siempre fácil”. En ese sentido, manifestó que se considera contacto directo a personas que estuvieron con una persona positiva “sin tapabocas, sin distanciamiento, por más de 15 minutos, en un ambiente cerrado, hasta 48 horas antes del test positivo”.
Los rastreadores también deben “planificar fecha de test, informar a cada prestador cuando debe hacerlo, subir toda la información a vigilancia epidemiológica del MSP, controlar que los prestadores lo hagan en tiempo y forma y lo comuniqué a los pacientes, perseguir resultados”.
Montaño indicó que los rastreadores también deben “controlar que los ingresos al país cumplan la cuarentena, vuelos de todas partes del mundo vinculados a nuestro departamento, ingresos por el Puente internacional, excepciones que pueden ingresar con el puente cerrado”.
Este trabajo que realizan, muchas veces de hormiga se puede volver muy complejo de acuerdo a la cantidad de contactos que tenga cada persona, sobre eso Montaño contó que la cantidad de contactos puede ser variable pero puede que una persona tenga “más de 100 para un positivo”. Además agregó que en el departamento “al momento todos los contactos están identificados en todos los casos en todos estos meses”.
Por lo general, los rastreadores son, en preferencia, profesionales de la salud que reciben capacitación por parte del equipo de epidemiología del MSP. En los últimos meses a nivel país también se sumaron trabajadores de Ministerio de Defensa.
Montaño además valoró la dedicación y compromiso de las personas que trabajan en el rastreo. “Hay que tener presente que son cargos de 6 horas de Lunes a Viernes y han trabajado 24 horas desde 13 de marzo invariablemente todos los días incluidos fines de semana”, afirmó.
Los integrantes del GACH también han destacado el rol de los rastreadores, en ese sentido, el matemático Fernando Paganini dijo que “un indicador es en qué medida la tarea de rastreo y aislamiento está dentro de sus capacidades. Es una tarea muy demandante. Es diferente si estoy dentro del umbral que me permite seguir caso a caso y encontrar casi todos los brotes, o si en cambio, estoy desbordado de capacidad. Si ese umbral se traspasa, se pasa de una circulación comunitaria del virus sin seguimiento y ahí el peligro del descontrol es mucho mayor”.
Además agregó “Lo que hemos aprendido es que si uno mantiene los casos dentro del nivel de rastreo, la epidemia se controla y el desborde sobre el sistema sanitario es moderado”.