Por Esc. Pablo Delgrosso Abrinis
Cada cinco años tenemos la oportunidad y la responsabilidad de decidir y elegir a la persona, que junto con su equipo, liderará el destino de nuestro departamento y con sus decisiones incidirá en nuestras vidas, la de nuestros hijos y padres, amigos y vecinos, en definitiva de nuestra comunidad.
La decisión es pues más que importante, y es además el comienzo de una nueva etapa, que como tal es generadora de expectativas e ilusiones, y esperanzadora de un mejor tiempo para todos.
Esos mismos sueños, esperanzas, ilusiones y anhelos son los que tenemos quienes asumimos la hermosa responsabilidad y el enorme desafío de estar un poquito más adelante liderando el trabajo que permita lograr esos cambios.
Es por eso que gobernar es mucho más que administrar; gobernar supone interpretar las necesidades y anhelos de la gente al mismo tiempo que soñar el lugar que queremos para nosotros y para las generaciones futuras, y a partir de allí intentar modificar la realidad, generando las condiciones para el desarrollo individual, familiar y colectivo sobre la base de la equidad y la igualdad de oportunidades.
En esa dirección apuntan nuestras propuestas las que hemos plasmado en nuestro Programa de Gobierno, que se sustenta en los valores de honestidad y honradez administrativa, y en los principios de austeridad, equidad, integralidad y descentralización.
Nos proponemos hacer un gobierno de unidad, porque solo entre todos podremos construir el departamento que soñamos; un gobierno moderno y dinámico, a partir de la renovación generacional que representa mi candidatura, con un nuevo liderazgo acorde a los tiempos que vivimos, apoyado en el Programa de Gobierno como hoja de ruta que marca el rumbo y fija los objetivos, con un equipo sólido y comprometido que me respalda, y con una fuerte planificación y constante monitoreo y evaluación.
Planteamos una gestión departamental que “respete el esfuerzo del vecino” cuidando los recursos y devolviendo obras y servicios de calidad. Pone el centro de su acción en los “barrios” – los barrios como centro y no el “centro” como único barrio – porque entendemos que es allí donde desarrollamos nuestra vida. Concibe a las instituciones sociales como sus “socios naturales y estratégicos” en el territorio para llevar adelante la obra social. Y asume además un fuerte compromiso e involucramiento en aquéllos temas que “no son el ABC municipal”, pero que son “esenciales a la vida de las personas” – el trabajo, la vivienda, la educación, la salud, la cultura, el deporte y el esparcimiento -, donde el gobierno departamental debe ser parte de la solución.
La gente nos elije para vivir mejor, y para lograrlo al territorio donde vivimos le debe ir mejor, y esa es necesariamente una construcción colectiva, que requiere un liderazgo de unidad, un liderazgo que tenga la humildad de saber que las soluciones y la verdad no son patrimonio de un solo partido o una sola persona, la sabiduría de elegir al mejor equipo que lo acompañe, la confianza para apoyarse en ese equipo y la firmeza para tomar las decisiones.
Los cambios que anhelamos solo llegan cambiando, no se logran resultados diferentes haciendo lo mismo y eligiendo a los mismos, la opción es entre continuar por el camino transitado hasta ahora o cambiar y renovar para crecer.
Para esa necesaria renovación es que les pido la confianza, con el compromiso de trabajar juntos por el mejor Río Negro para todos.