Por Daniel Villalba- Espacio Saravista – ESPACIO CONTRATADO
Pareciera que estamos anestesiados por un hechizo de vaya a saber que bruja.
Tenemos un departamento que se desarrolló desde el abrazo del Río, pero vivimos de espaldas a él. A la vista un puerto que ya tiene varias décadas de inactividad, no produce trabajo para la gente, y pasa a la espera de algún crucero que venga por mantenimiento. Hemos escuchado y asistido a conferencias donde del gobierno nacional (de todos los partidos políticos) se prometen planes y proyectos que nunca se cumplen.
Al otro lado, la chimenea del Anglo, y su entorno, Patrimonio Histórico de la Humanidad, un reconocimiento que nos enaltece, pero …¿para que nos sirve?; no logramos que nos visiten turistas curiosos por la historia que allí se escribió.
Tenemos el puente que nos une con la Republica Argentina, y nos deja mas cerca de lo que pensamos con nuestros hermanos de Gualeguaychú.
En la cabecera del puente tenemos zona franca, que como todas las cosas por estos lares , ya no lo es!. Hay allí instalados galpones de grandes superficies, que supieron ser acopios de fertilizantes, armado de aviones y otras tareas más, pero hoy, solo le falta aquel estepicursor recorriendo la zona, empujado por el viento como si fuera el lejano oeste.
En esa zona del puente, podemos ver pasar miles de turistas en época estival, que van al éste a disfrutar de sus merecidas vacaciones, pasan a unos pocos kilómetros de Fray Bentos, pero apenas nos miran de reojo, por ese tramo de la ruta puente puerto, que así como es de productiva, resulta ser un atajo al entierro del turismo internacional para nuestras playas.
Cuándo será la hora que nos empiecen a mirar un poquito, que nos ayuden, nos apoyen, desde lo turístico, desde la industria, desde el Río.
Cuándo será que desde la capital nos vean con otros ojos, y que nos visiten no solo en campañas electorales. Cuándo será, el momento en que logremos salir de estas arenas movedizas que no nos permiten avanzar y que tan solo nos deja dar movimientos pequeños procurando no desaparecer del todo.
Cuándo será, que vengan oportunidades laborales para la gente, que permita que el comercio crezca, y la cara de la gente cambie de la preocupación a la sonrisa orgullosa de pertenecer, a un departamento que ayer fue todo, y hoy se ve reducido en una mínima expresión.