Por Elizabeth del Río – ESPACIO CONTRATADO
En estos días se escuchan voces —de algunos políticos locales que todos conocemos, por más que se escondan detrás de supuestas “páginas informativas”— diciendo que el nuevo gobierno “endeuda jubilados” o incluso que “estafa a los retirados municipales”. Eso es mentira.
La verdad es otra: durante años, bajo la administración de Omar Lafluf y según se expresó en un reconocido medio local que no se caracteriza por mentir, se pagaron más de 2 millones de pesos por mes de forma indebida. Sin controles, sin auditorías y sin la mínima responsabilidad. En total, hablamos de más de 2 millones de dólares que se fueron como agua entre los dedos. Plata que bien podría haberse usado en calles, caminería, maquinaria o en servicios que hoy hacen falta en Río Negro.
A 30 días de asumir, este gobierno no solo descubrió la maniobra: puso un freno y tomó medidas para cuidar la plata de todos los vecinos. Esa es la realidad.
Lo demás —los posteos en redes, los rumores, las acusaciones sin pruebas— no son más que humo para tapar lo inocultable: fueron ellos los que dejaron un agujero millonario en la Intendencia. Y ahora intentan culpar a quien, en apenas un mes, empezó a ordenar las cuentas.
Los jubilados merecemos respeto, no usarnos como escudo político por quienes durante cuatro años miraron para otro lado mientras se regalaban millones mal pagados.
La pregunta es simple: ¿Dónde estaban cuando se despilfarraba la plata de todos?