El instituto Río Negro es Pionero en nuestra ciudad en esta modalidad de atención, en Fray Bentos concurren unos 200 niños que van desde los 7 meses hasta los 15 años y trabajan allí para su atención interdisciplinaria de la mano de 26 técnicos que se especializan en distintas áreas.
La dirección está a cargo de la Mtra Esp. Lilian Gómez, Lic. En Psicomotricidad Virginia Figares y Lic. en fonoaudiología Viviana Teibo.
Este año el Instituto Río Negro celebró 26 años de trabajo en la ciudad. “Lo vivimos con muchísima alegría, muchísimo trabajo”, dijo a El Rionegrense la fonoaudióloga Viviana Teibo. “Fue un día especial, con el trabajo de los técnicos y nuestros niños. Y así recibimos nuestros primeros 26 años”, afirmó.
“El instituto surge por la necesidad de nuclear en un solo lugar a los niños y poder ejercer la interdisciplina, si bien trabajábamos cada una en su consultorio ya con anterioridad con nuestros pacientes, surge la idea de estar todas nucleadas en el mismo espacio físico, de forma de poder compartir el día a día y a su vez facilitar a los padres para que los niños concurrieran a un solo lugar, compartir y recibir todos los abordajes de su hijo”, contó.
Teibo manifestó que este ha sido un año donde se trabajó y se incrementó la cantidad de técnicos que se desempeñan en el instituto. “Año a año se van incorporando nuevos compañeros en las diferentes disciplinas que trabajamos, maestras especializadas, maestras, psicólogos, psicomotricistas, fisioterapeutas, terapia ocupacional y fonoaudiólogos y esto hace que se enriquezca mucho el trabajo en equipo, que es como trabajamos nosotros acá, brindando toda la prestación a nuestros niños y sus familias”, explicó.
Actualmente en la institución trabajan 26 técnicos en las distintas disciplinas, el horario de funcionamiento es de lunes a viernes de 8 a 19hs. Este año también se aumentó el número de salas lo que permite trabajar con mayor comodidad y disponibilidad horaria.
El instituto atiende en este momento cerca de 200 chicos. “Nosotros recibimos pases de los médicos tratantes donde sugieren los abordajes de acuerdo a las necesidades que tenga cada niño y sus familias. Atendemos desde bebés, el más pequeñito que tenemos en este momento es de 7 meses, hasta los 15 años, realizando estimulación, diagnóstico, rehabilitación y/o reeducación” explicó.
La profesional también contó que se ha visualizado un incremento en el último tiempo de la cantidad de familias que solicitan la intervención, en ese sentido la explicó “ha habido un incremento debido a una derivación constante desde los centros educativos, los centros de primera infancia y también desde los Centros de Salud, que refieren tempranamente frente a algunas dificultades, tanto sea para diagnóstico, como para abordaje directamente”.
Teibo también hizo referencia a la importancia de la derivación temprana. “La derivación temprana cambia la historia del niño y de sus familias. Poder abordar a tiempo y cuanto antes es un beneficio y estamos viendo que los resultados son otros cuando empezamos muy tempranamente”, contó. Además manifestó que el incremento en la demanda se da principalmente por dos motivos, primero, porque hay una mayor derivación y la detección temprana, pero además porque hay un aumento en patologías post pandemia. “Por un lado, está la detección muy temprana, que se está haciendo ahora, gracias a estos sistemas educativos que tenemos, en los que abordan al niño y sus familias desde muy chiquitos. Estamos hablando de bebés que están siendo asistidos en estimulación oportuna desde que tienen pocos meses, entonces eso hace que también se deriven muy tempranamente y también hay mayor información por parte de las familias, eso hace que lleguen a la consulta con los pediatras y éstos derivan cuando los padres relatan alguna dificultad en el desarrollo de sus hijos”, explicó. Pero también considera que “estamos frente a un aumento de patologías y de algunas dificultades post pandemia que las estamos percibiendo ahora y las estamos viendo”. “Trabajamos para que se reviertan y mejoren los síntomas, en conjunto con la familia. La familia es una parte muy importante en nuestra rehabilitación, con la cual formamos realmente en un equipo para poder abordar, junto con el centro educativo al cual asistan nuestros niños, por eso es la importancia de la derivación a tiempo, la detección temprana y del compromiso que podemos tener desde el punto de vista familiar, técnico y de los servicios de salud”, agregó.
Las sesiones de los niños son de 50 minutos, pero dependiendo del tratamiento que reciba es que se determina la asiduidad con la que concurre al centro, después hay un trabajo que se delinea con la familia para continuar con el tratamiento terapéutico. “Hay una confianza de las familias, porque los papás vienen en busca de un equipo técnico para que atienda a su hijo y nos deposita toda su confianza y el mayor tesoro que tiene. El equipo lo toma y con esa misma responsabilidad trabaja y hacemos partícipe a la familia para trabajar todos como un gran equipo”, remarcó.
La profesional también contó cuales son los desafíos que tienen por delante. “El objetivo es seguir trabajando de forma interdisciplinaria, con la responsabilidad que nos ha caracterizado a lo largo de estos 26 años, por ser los pioneros y ser el primer centro de esta modalidad en Fray Bentos. Así como somos un equipo inquieto en continua formación profesional, también estamos en un momento, a fin de año, donde muchos pacientes se van de alta, porque han culminado su proceso de rehabilitación o de reeducación, algo que también nos da muchísima alegría, el hecho de haberlos acompañado en alguna etapa de su vida”, finalizó.