Por Javier de León.
“El hilo conductor” de la celeste. Esa magia que ha sido transmitida de generación en generación. Cuentan que los de 1924, 28 y 30 fueron referentes directos para la generación de Maracaná. Allá por los 70 y 80 se perdió la conexión entre generaciones, hasta que en estos últimos 16 años hemos retomado la sana costumbre.
Diego Lugano fue el capitán y formó a su lado a Diego Godín. Diego Forlán fue el referente en ofensiva, y a su lado crecieron Luis Suárez y Edinson Cavani. Hoy, ya más veteranos los Suárez, Godín y Cavani, han ido transmitiendo su legado a Josema Giménez primero, a Giorgian de Arrascaeta, a Lucas Torreira, y más cerca en el tiempo a Federico Valverde y Rodrigo Bentancur.
El último capítulo fue la última doble fecha de Clasificatorias Sudamericanas. Llegaron los “nuevos”, Facundo Pellistri, Mathias Olivera, y fueron arropados por los Godín y los Suárez. A cada paso, en cada lugar de la concentración. Como el padre que cuida del hijo.
Hay un hilo conductor que no debe perderse. El ejemplo del fútbol vale para cualquier otra actividad de la vida. De la misma forma que resulta ineludible e inevitable la renovación, con la salida de quienes van cumpliendo su ciclo biológico y la llegada de la savia nueva, resulta imprescindible que la renovación no sea total y absoluta.
Si “se van todos”, y llegan todos nuevos, se pierde el hilo conductor. La RENOVACION PARCIAL es el mejor camino. Vale para la selección uruguaya, para la Directiva de un club de Fútbol, para el Directorio de una empresa, y hasta me animaría a decir para el Parlamento Nacional.
En esta celeste de hoy, que cambió entrenador, preparador físico y otros integrantes del cuerpo técnico, al igual que algunos futbolistas que elevaron el rendimiento del 2021, también mantuvo piezas históricas que vienen desde Sudáfrica 2010, que están totalmente “amortizadas”, pero le sacan un jugo al “valor residual” que es admirable.
Ese mix de la fuerza nueva del cambio con la experiencia de los que llevan tiempo en la selección, cuajó exacto para darnos los seis puntos ante Paraguay y Venezuela. A falta de dos fechas, la victoria ante Perú el 24 de marzo en el Centenario nos puede poner otra vez, por cuarta oportunidad consecutiva, en la fase final de la Copa del Mundo.
Estamos cerca. Vamos bien. A tener confianza, sin confiarnos.